La tormenta Zeta cruzaba el sureste de Estados Unidos a toda velocidad el jueves, dejando al menos seis muertes, daños y más de 2,6 millones de hogares y negocios sin electricidad en Atlanta y más allá, después de azotar Nueva Orleans con fuerza de huracán.
Sur Florida/Diario Las Américas
Luego de azotar la costa sureste de Luisiana el miércoles como huracán de categoría 2, el Centro Nacional de Huracanes dijo que Zeta se debilitó y fue catalogada como tormenta postropical el jueves por la tarde, con vientos máximos sostenidos de 85 kilómetros (50 millas) por hora. Su vórtice estaba a unos 45 km (25 millas) al sureste de Charlottesville, Virginia.
La tormenta todavía afectaba con ráfagas de viento Carolina del Norte y el sureste de Virginia, pero avanzaba muy rápido, lo que significa que ningún lugar fue azotado por mucho tiempo.
Cuando falta menos de una semana de la elección presidencial, algunos lugares de votación se vieron afectados y cientos de escuelas cancelaron clases o abrieron tarde en una zona desde la costa del Golfo hasta las Carolinas. Se produjeron apagones generalizados en siete estados, desde Luisiana hasta la costa del Atlántico sur. Algunas zonas podrían permanecer sin luz durante días.
Se reportaron apagones en Luisiana, Mississippi, Alabama y Georgia, según el sitio web PowerOutage.us. Georgia era el estado con más clientes sin electricidad antes del amanecer del jueves, con más de un millón de inmuebles sin electricidad.
El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, dijo que la destrucción más grave —lo que describió como “daño catastrófico”— parecía haber ocurrido en la isla barrera de Grand Isle, en la parroquia de Jefferson, donde Zeta abrió tres grietas en el dique, la única falla del dique de la tormenta en el estado. Edwards ordenó el envío de soldados de la Guardia Nacional para ayudar con los esfuerzos de búsqueda y rescate. También instó a la gente a ser cautelosa durante la recuperación.