La Administración Trump decidió el viernes no conceder a ByteDance, propietaria china de la aplicación de videos cortos TikTok, una nueva prórroga para desprenderse de sus activos en EEUU, pero las negociaciones continúan entre ambas partes, según dos fuentes cercanas.
Sur Florida/Reuters
Un representante del Departamento del Tesoro dijo a última hora del viernes que el Comité de Inversión Extranjera en Estados Unidos (CFIUS) “se ha comprometido con ByteDance para completar la desinversión y otros pasos necesarios con el objetivo de resolver los riesgos de seguridad nacional”.
La semana pasada, el CFIUS concedió a la empresa matriz de TikTok, ByteDance, una prórroga de una semana -que expiró el viernes- para deshacerse de los activos de TikTok en EEUU.
La orden de agosto emitida por el presidente Donald Trump otorgó al Departamento de Justicia la capacidad de hacer cumplir la desinversión una vez que el plazo haya expirado.
Según una de las fuentes, Trump tomó personalmente la decisión de no aprobar ninguna prórroga adicional. Washington había emitido previamente una extensión de 15 y 7 días del plazo inicial de 90 días, que finalizaba el 12 de noviembre.
La Administración de Trump sostiene que TikTok plantea problemas de seguridad nacional ya que los datos personales de los usuarios estadounidenses podrían ser obtenidos por el Gobierno de China. TikTok, que tiene más de 100 millones de usuarios estadounidenses, niega tal posibilidad.
El 11 de noviembre, ByteDance presentó una petición ante un Tribunal de Apelaciones de EEUU contra la orden de la Administración Trump.
La empresa solicitó entonces una revisión judicial alegando que dicha orden —así como la resolución, realizada por una agencia estadounidense, de que TikTok representaba una amenaza para la seguridad— era ilegal y violaba la constitución, añadiendo que la medida buscaba “obligar a la venta al por mayor” de la aplicación.
En septiembre, TikTok anunció que tenía un acuerdo preliminar con Walmart y Oracle para que éstas adquirieran participaciones en una nueva empresa a través de la cual se supervisarían las operaciones de la firma china en EEUU. Trump dijo entonces que el trato contaba con su “bendición”.