El francés Romain Grosjean sufrió un escalofriante accidente este domingo en el Gran Premio de Baréin, el antepenúltimo del Mundial de Fórmula Uno, y de milagro salió con vida de entre las llamas de su coche en el circuito de Sakhir.
surflorida/telemundo51
Pasará la noche del domingo en el hospital del Ejército de Baréin para ser tratado de sus quemaduras que sufrió en ambas manos, según comunicó la escudería Haas a última hora de este domingo en el circuito de Sakhir.
“Todos las radiografías que se le hicieron demostraron que Romain no tiene ningún tipo de fracturas”, explicó la escudería, que indicó que dará nuevas informaciones acerca del estado de Grosjean en el momento que estas estén a su disposición.
La jornada de Fórmula Uno arrancó con susto gigantesco, por el escalofriante accidente que sufrió Grosjean. Al tocarse con el Alpha Tauri del ruso Daniil Kvyat, el francés se estrelló contra la barrera y destruyó de forma espectacular su monoplaza, que se incendió.
La carrera se interrumpió de forma inmediata, con bandera roja. Pero al tardar en ofrecerse la repetición del accidente, del que en directo se había apreciado que el coche estaba envuelto en llamas, durante unos instantes se temió lo peor.
Más adelante se vieron las imágenes de Grosjean, consciente y sin aparentes problemas, en el coche médico. Con lo cuál se recuperó momentáneamente la calma en el circuito de Sakhir.
Pero después, cuando se ofreció la repetición de la evacuación del francés, que durante unos segundos estuvo ardiendo dentro del ‘cockpit’ de un coche partido literalmente en dos, los corazones volvieron a encogerse: Grosjean reaccionó todo lo rápido que pudo. Pero tardó 27 segundos en salir del coche y sigue vivo de milagro.
Las medidas de seguridad funcionaron. Y quienes -con restricción de personal en pista, a causa de la pandemia- arriesgaron y lo ayudaron a salir de ese infierno, entre ellos Alan Van der Merwe, conductor del coche médico, pueden considerarse auténticos héroes.