La red de Centros para Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) ha notificado a los funcionarios de salud de los 50 estados y a cinco grandes ciudades que estén preparadas para distribuir a finales de octubre o principios de noviembre una vacuna del coronavirus a trabajadores sanitarios y a otros grupos de alto riesgo.
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El nuevo anuncio de CDC pone de relieve la búsqueda acelerada de una vacuna para aliviar en buena medida los efectos de una pandemia que ya se ha cobrado casi 185,000 vidas en Estados Unidos, según la Universidad John Hopkins.
La autoridad sanitaria federal envió a los estados documentos con las directrices el mismo día en el que el presidente y candidato republicano Donald Trump dijo en su discurso ante la convención nacional de su partido que una vacuna podría llegar antes de que acabara el año.
Los expertos en salud pública están de acuerdo en que las agencias de todos los niveles de gobierno tienen que preparase con urgencia para vacunar a cientos de millones de estadounidenses, un cometido que con total seguridad será largo y complejo.
Tanto Anthony Fauci, máximo experto federal en enfermedades infecciosas, como Stephen Hahn, que lidera la Administración de Alimentos y Medicamentos, han reiterado que, si los datos son abrumadoramente positivos, una vacuna podría estar disponible para ciertos grupos antes de que los ensayos clínicos hayan terminado.
Sin embargo, la posibilidad de empezar con la distribución a finales de octubre o principios de noviembre también ha aumentado la preocupación de que la Administración Trump esté acelerando el proceso en busca de promoción y rédito electoral. La cita de los próximos comicios es el 3 de noviembre.
Los planes de CDC establecen especificaciones técnicas para dos vacunas candidatas que describen como “vacuna A” y “vacuna B”, según The New York Times. Entre ellos, están los requisitos de envío, mezcla, almacenamiento y administración.