Durante la pandemia de covid-19 adoptamos muchas palabras relacionadas a la nueva manera de trabajar.
Sur Florida / BBC
Al mismo tiempo, en estos más de 18 meses, muchos empleos se automatizaron y hubo un replanteamiento de prioridades que hizo que varios negocios se transformaran y otros dejaran de existir.
Y las niñas y mujeres fueron las más perjudicadas.
Así lo indicó este jueves en el Foro Económico de la Mujer que se realiza en Ecuador, la alta comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, al explicar que el retroceso de la niñas y mujeres de América Latina y el Caribe en la participación laboral es ahora de más de 18 años.
“Son también las mujeres y las niñas las que han absorbido mayoritariamente las necesidades de cuidados creadas por la pandemia, sacrificando sus empleos y su educación”, afirmó Bachelet.
“De hecho las mujeres jóvenes entre 15 y 29 años tienen tres veces más probabilidades de estar fuera del mercado laboral y de las aulas que los hombres de la misma edad”, aseveró.
Y agregó que si fuera considerado el valor económico de todos los tipos de cuidados realizados por las mujeres sumaría 11 billones de dólares o el 9% del Producto Interno Bruto mundial.
Según estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), solo en 2020 más de 13 millones de mujeres perdieron sus empleos en América Latina debido a la pandemia.
Mientras que otro informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) revela que la tasa de participación laboral de las mujeres se situó en 46% en 2020, mientras que la de los hombres estuvo en 69% (en 2019 alcanzaron un 52% y un 73,6%, respectivamente).
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Al tiempo que observan la curva de contagios de covid y la vacunación en el mundo, muchas empresas analizan las posibilidades para volver a una cierta “normalidad” laboral.
En esta etapa surgió una nueva palabra: el trabajo híbrido.
No existe un consenso sobre su definición, pero podría ser algo como “estar en la oficina tres días a la semana, y en casa –o donde quieras– otros dos días. Creo que eso es lo que generalmente se entiende por trabajo híbrido. Pero depende mucho del negocio”, dice Claudia Goldin, profesora de Economía de la Universidad de Harvard.
Fernanda Hurtado, gerente general de Fundación Generación Empresarial de Chile y especialista en gestión de empresas, coincide con esto último.
“Al trabajo híbrido lo veo con una definición bastante localista. Las regulaciones van a tender a ser un poco más abiertas para que cada empresa u organización pueda dar sus marcos y quizás lineamientos respecto a lo que ellos entienden como trabajo híbrido”, le dice a BBC Mundo.
Pero ¿cuáles son las ventajas y desventajas del trabajo híbrido? ¿Y cómo afecta a las mujeres esta nueva modalidad laboral?
“Apretón de manos por Zoom”
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La implementación de cualquier tipo de sistema de trabajo trae ventajas y desventajas.
Pero sobre todo abre nuevas posibilidades que tal vez antes eran impensables.
“En el entorno anterior, lo que yo llamo ‘BCE‘ (Before Covid Era – en español “era antes del covid“), siempre existía el caso de alguien que cerraba un trato en Pekín y tenía que viajar, o debía participar en un conjunto de reuniones con clientes en Sao Paulo y tenía que estar ahí”, ejemplifica la profesora Goldin.
Según la experta, si esas son las demandas de un empleo, entonces aquellos que son padres y que tienen responsabilidades de cuidados no pueden participar porque no pueden viajar cada semana.
Pero “si todas estas cosas se pueden hacer de forma remota, si el apretón de manos se puede hacer por Zoom, entonces esto abre nuevas posibilidades para quienes son padres“, afirma.
“Quien tiene las tareas de cuidado en casa es generalmente la mujer y, si no tiene niños pequeños, a menudo tiene padres a su cargo”, le dice a BBC Mundo la especialista en el rol de la mujer y brecha de género en la fuerza laboral.
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“Entonces, el sector de cuidados, que es el no remunerado, tiene una restricción, y lo que llamamos trabajo híbrido, que es en realidad un trabajo remoto, amplía las posibilidades. Aunque no necesariamente todo sume”, dice Goldin.
Problemas estructurales
Antes de enumerar las potenciales dificultades de las mujeres con respecto al trabajo híbrido, es importante destacar algunos puntos relacionados a las estructuras laborales y familiares.
Muchos de los empleos que se perdieron en América Latina durante la pandemia están ligados al comercio, los servicios, alimentación y turismo.
“Todas estas áreas son altamente intensivas en contratación femenina. Entonces muchas mujeres, por una razón estructural del mercado laboral y de la pandemia, se quedaron sin trabajo”, analiza Fernanda Hurtado.
Y también hay que sumarle una razón de estructura familiar.
Durante la pandemia, muchos países suspendieron las clases presenciales en las escuelas. Eso hizo que el cuidado de los niños, que en la mayoría de los casos recae sobre las mujeres, se acrecentara y las obligara a salir del mercado laboral.
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En el trabajo híbrido, las mujeres se ven mucho más afectadas que los hombres porque en el fondo el trabajo doméstico y el cuidado aún no se han solucionado”Fernanda Hurtado
Gerente general de Fundación Generación Empresarial de Chile
Otro de los cambios que trajo la pandemia fue la aceleración de los procesos de transformación digital y de automatización, especialmente en el área del comercio.
“Entonces muchas mujeres ya no encuentran el empleo que tenían antes porque se automatizó”, describe Hurtado.
“No es tan fácil encontrar empleo. Y también es muy difícil encontrar el empleo que se tenía antes en las mismas condiciones”, añade la especialista.
El trabajo híbrido y las mujeres
Si bien este esquema de trabajo híbrido podría ser un aparente beneficio para muchas mujeres encargadas de las tareas del cuidado tanto de niños como de adultos mayores, especialistas advierten que este trabajo flexible puede terminar perjudicándolas.
“El trabajo híbrido implica movilidad. ¿Qué tan cerca estás de tu trabajo? ¿Cuánto tiempo te resta de lo que tú tenías que seguir haciendo en tu casa? En estas condiciones, las mujeres se ven mucho más afectadas que los hombres, porque en el fondo el trabajo doméstico y el cuidado aún no se han solucionado”, detalla Hurtado.
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Estar en la casa y a cargo del cuidado de los niños, de asistirlos en la educación remota, atender a adultos mayores y hacer tareas domésticas porque aún no se restableció la normalidad en el trabajo de limpieza en casas particulares, además de cumplir con un empleo remoto, puede ser agotador.
“Esto amplifica la carga no sólo laboral sino que personal. Y la eficiencia y efectividad laboral se ven sumamente afectadas”, detalla Hurtado.
“Toda esta dificultad tiene que ver con una estructura y con un patrón cultural tremendamente potente”, añade.
“Un gueto”
Por las razones de cuidado antes mencionadas, las mujeres suelen elegir trabajar desde la casa si el empleador lo ofrece.
Según una reciente encuesta de la compañía de medios Skimm especializada en el sector femenino realizada entre 1.600 mujeres millennials que trabajan en Estados Unidos, el 65% dijo tener un mejor equilibrio entre el trabajo y la vida personal con el empleo remoto, valorando el ahorro de tiempo en el viaje al trabajo y los momentos con la familia.
Sin embargo, dos tercios de ellas también creen que están perdiendo oportunidades al no estar en la oficina, donde pueden discutir sus metas y desarrollo profesional.
“Las mujeres desproporcionadamente desean hacer algunos de los trabajos de forma remota, y los hombres o mujeres sin hijos o aquellos que tienen unos 50 años no”, describe la profesora de Harvard.
“Esto podría ser una desventaja para la madre joven que no está en el lugar de trabajo al mismo tiempo [que el resto]. Me refiero a que podría darse el caso de que en este mundo híbrido pudiéramos crear un gueto con [quienes hacen] el ‘trabajo desde casa'”, opina.
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En este mundo laboral híbrido se puede terminar creando un gueto con quienes hacen el ‘trabajo desde casa'”Claudia Goldin
Profesora de Economía de la Universidad de Harvard.
“Y si se crea un gueto, entonces podría ser que al final de una reunión ella presione el botón de salir del Zoom y se desconecte, pero todos los demás sigan allí, presentes en el lugar. Y ella se quedó fuera” de posibles conversaciones extras tras la reunión.
Esto “podría perjudicarla”, advierte Goldin.
Por otro lado, la profesora destaca que el trabajo híbrido podría ser una buena oportunidad para aquellas mujeres que ocupan altos cargos empresariales, pero que no pueden viajar en caso de acuerdos comerciales con clientes en el extranjero ya que con las nuevas comunicaciones ellas pueden ser incluidas en esas reuniones.
“Pero creo que todavía no estamos en ese punto. Aún tenemos un sector de la salud que nos está diciendo qué hacer [con respecto a la pandemia] y luego tenemos a los jefes que lo interpretan y todavía están tratando de resolver” las medidas a tomar, entre ellas el trabajo híbrido.
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