Uno de los rubros más afectados por la pandemia de coronavirus es sin duda el de las artes. Cientos de galerías, museos, salas de teatro y cines continúan con las puertas cerradas a la espera de que las autoridades den el consentimiento para su funcionamiento.
surflorida/ diariolasamerias
Las salas de teatro no escaparon de esta dura realidad que los ha golpeado de forma letal. Meses atrás los ocho teatros hispanos de Miami se unieron con la meta de recaudar fondos para mantenerse a flote y no perder el arduo trabajo que a muchos les ha costado, de forma literal, sangre sudor y lágrimas.
En la oficina de Miguel Ferro, director del Paseo Wynwood y vicepresidente de la organización Hispanic Theater & producers Association, Histepa, –que es presidida por Marisol Correa, directora del Teatro Trail–, descansa una laptop en la que está desplegada una gran tabla de Excel. Con una máscara colocada en su cara, murmura mientras ajusta un par de número en la tabla, “llenar esto es engorroso, pero hay que hacerlo con cuidado”.
Mientras se acomoda la máscara, obligatoria en estos tiempos de pandemia, da chance de admirar una veintena de afiches colgados de la pared que dan fe del arduo trabajo que se lleva a cabo en el recinto y del peligro que corren las únicas ocho salas de teatro que presentan exclusivamente material en español en la ciudad del Sol como son Teatro Trail, Teatro 8, Artefactus Balck Box, Teatro Paseo Wynwood, Teatro Havanafama, Adriana Barraza Black Box, Sala Catarsis y el Teatro de Bellas Artes.
“Tenemos un dicho entre nosotros que es: ‘lo que no pudo la abundancia lo logró la tragedia’, que es unir a todas las salas hispanas de Miami en una sola voz”; comenta Ferro a DIARIO LAS AMÉRÍCAS. “Nosotros no somos una parte de los teatros hispanos, sino que somos el 100%. Precisamente a raíz de la pandemia y la realidad tan dura de estar cerrados, la rentas acumulándose, tener nuestros actores sin empleo y las producciones canceladas fue el motivo principal para empezar a comunicarnos unos con los otros y crear esta asociación cuya motivación, en primera instancia, es salvar nuestras salas ya que hemos tenido una realidad muy dura”. Estos teatros, según explicó Ferro, no reciben ningún tipo de ayuda del Gobierno porque son considerados empresas con fines de lucro ya que conciben el teatro como una actividad comercial, “es decir, vivimos de la venta del ticket y al no tener esta entrada lógicamente nuestras reservas se van a cero y no podemos cumplir con nuestras responsabilidades” asegura.
El peligro
Mientras la noticia de que miles de negocios comerciales están cerrando sus puertas, no solo en la Florida sino en todo el país, Ferro confiesa que esa es la principal preocupación y riesgo que corren estas salas. Ha llegado casi al punto de materializar el cierre, ya que al no obtener los ingresos regulares, comenzaron los retrasos en el pago de las rentas y servicios.
“En una conversación nos dimos cuenta de que todos estábamos en la misma situación y nos unimos, la primera etapa era salvar la salas. Lo que buscábamos era pedirles a las ciudades que pagaran directamente a los proveedores de servicios y el alquiler a los arrendatarios, esto con miras a mantenernos en el mismo sitio y no salirnos del negocio”, exclama Ferro.
Pero la respuesta del público fue la que más impresión le causó al grupo de directores, “nosotros en la pagina web colocamos un botón para recibir donaciones, obviamente estos son recursos que necesitábamos para ir paleando un poco la situación, pero recibir donaciones de 5, 10, 20 dólares me causaron mucha emoción… porque en esta situación en la que estamos, en la que mucha gente está desempleada. 5, 10, 20 dólares pueden hacer la diferencia en el bolsillo de cualquiera y eso para nosotros tiene mucho valor. Por supuesto que hemos recibido donaciones mucho más grandes pero las pequeñas tienen un significado emocional porque sabemos que tenemos un público incondicional que va a regresar a los espacios, una vez que acabe esta situación, sea la nueva normalidad que sea”, afirma esperanzador.