La senadora Ileana García (R-Miami) ha estado colaborando con Irela Bagué, la jefa de la bahía de Miami-Dade, para abordar el mal uso y la deterioro de las varias reservas y parques de isla en la bahía de Biscayne, los cuales son manejados por las municipalidades y el condado, quienes han enfrentado incrementos en tráfico y daños desde antes del comienzo de la pandemia de COVID-19.
Sur Florida / Diario las Américas
Según un comunicado de prensa llegado a nuestra redacción este lunes 25 de octubre, ambas funcionarias coinciden en destacar la importancia de proteger el pasto marino, los manatíes y la vida marina autóctona de este vital enclave natural. Esta colaborando en buscar solución al exceso de nutrientes, la contaminación y la navegación irresponsable en la bahía.
El 17 de agosto, la senadora García participó en un taller organizado por Irela Bagué donde revisaron los contratos de las islas estatales cuyas escrituras fueron transferidas a la ciudad de Miami y otras municipalidades. Las reservas y los parques de islas, manejadas por la ciudad de Miami, están enfrentando un deterioro, incrementado por el mal uso de las operaciones de alquiler ilegal de barcos y sus pasajeros.
Según la senadora, quien ha estado trabajando para proporcionar financiación adicional para el mantenimiento y mejoramiento de las islas, “los barcos que están encallados o amarrados ilegalmente a árboles están contribuyendo a la erosión del entorno de la bahía de Biscayne”.
“Tenemos que hacer todo lo posible para proteger y preservar estas islas que ofrecen a nuestros residentes y visitantes una oportunidad única de disfrutar lejos de la dinámica urbana de Miami. Abordar las operaciones de alquiler ilegal de barcos ayudará a mejorar nuestra bahía y proteger la vida marina”, afirmó García.
“Tenemos que tomar responsabilidad y tratar a la bahía Biscayne y a sus islas como si fueran nuestros propios jardines. Estas islas son espacios preciosos de recreación que están siendo destruidas por actividad ilegal, el uso excesivo, el comportamiento irresponsable, y un flagrante desprecio a nuestra naturaleza y vida silvestre”, apuntó Bagué, jefa de la bahía de Miami-Dade.
Por décadas, Miami-Dade ha gastado millones de dólares en la restauración de áreas naturales y la recogida semanal de basura dejada por visitantes.
“Estamos trabajando con la senadora García, la policía y nuestros socios para que aplique y se refuerce la ley y se prohíban los usos irresponsables de las islas”, sostuvo Bagué.
En los últimos años, el Senado de la Florida ha realizado inversiones sin precedentes destinadas a los recursos naturales de Florida en los que se prioriza la protección y saneamiento de las aguas de Florida. Para reforzar estos esfuerzos, durante la sesión legislativa del 2021, la senadora García aseguró un fondo de $36 millones para proyectos relacionados a la resiliencia costal, la preservación y restauración de la bahía. También trabajó en la aprobación del proyecto de ley Biscayne Bay (2021), que autoriza el flujo de recursos estatales para un enfoque más coordinado e unificado para mejorar la bahía, que, por otra parte, previene que se produzcan vertidos de aguas residuales sin tratar en la bahía y los afluentes que en ella desembocan.
La senadora García también ha colaborado con la ciudad de Miami en el establecimiento de una zona de restricción de velocidad en el área de Marine Stadium. Con el objetivo de que se cumpla la ley, se incrementó la presencia policial en el río Miami y se dotó con recursos adicionales a la policía, indicó la nota.
Según las agencias de protección del medio ambiente y la vida salvaje de Florida, el daño causado por las hélices de los barcos es uno de los mayores peligros para el pasto marino. Además, las embarcaciones causan el 20 al 25 por ciento de todas las muertes de los manatíes en la Florida.
Los especialistas en conservación han descubierto que solo el cuatro por ciento de los manatíes adultos carece de las cicatrices producidas las hélices de los barcos. La mayoría de estos grandes mamíferos serán golpeados más de una ocasión por un barco a lo largo de su vida.