La cadena de restaurantes de comida chatarra In-N-Out está enojada luego de que las autoridades de San Francisco cerraron el comedor interior de su local por negarse a comprobar el estatus de vacunación de sus clientes.
Sur Florida / AP
El Departamento de Salud Pública cerró temporalmente el local de Fisherman’s Wharf, el único de la empresa en la ciudad, el 14 de octubre.
Según las autoridades, se habían negado a prohibir la entrada al salón interior a los clientes que no mostrasen una prueba de vacunación, como exige un mandato municipal en vigor desde el 20 de agosto.
In-N-Out ignoró las repetidas advertencias para aplicar la norma de vacunación, agregó el departamento, señalando que la orden es una cuestión de salud pública para evitar la propagación del COVID-19.
“Nos negamos a convertirnos en la policía de la vacunación de ningún gobierno”, dijo Arnie Wensinger, directora legal y comercial de la cadena, en un comunicado.
In-N-Out señaló que considera que el requisito municipal es una medida intrusiva y ofensiva que le obligaría a discriminar a sus clientes.
El local de comida chatarra ha reabierto sus puertas desde entonces, pero sin el comedor interior operativo.
In-N-Out fue el único restaurante de San Francisco cerrado por violar la orden.