Tras un año clausuradas por la pandemia, las salas de cine podrán reabrir el 5 de marzo en NYC, la única ciudad en el estado Nueva York donde aún permanecen cerradas.
Sur Florida / El Diario NY
La medida aplica al 25% de la capacidad de las salas o un máximo de 50 personas por proyección, lo que sea menor, dijo el gobernador Andrew Cuomo durante una rueda de prensa telefónica ayer. Las máscaras serán obligatorias y los asientos se asignarán teniendo en cuenta el distanciamiento social. No se requerirá presentar un examen negativo de coronavirus, como sí sucede en los estadios para eventos deportivos y musicales desde hoy.
Diez días después, a partir del 15 de marzo los salones de bodas y eventos también pueden reanudar sus operaciones al 50% de su capacidad o hasta 150 ocupantes, detalló Cuomo, mientras continúa la reapertura progresiva en paralelo a la vacunación, incluyendo el Metro que desde ayer funciona 22 horas por jornada.
Pero otras grandes industrias de la ciudad, con alto impacto en el turismo y la gastronomía, siguen cerradas por lo menos hasta el otoño: Broadway y la ópera. En este caso se complica más la reapertura porque son producciones costosas y la rentabilidad de la taquilla no se puede garantizar si hay restricciones al tamaño de la audiencia.
Patrick Corcoran, vicepresidente de la Asociación Nacional de Propietarios de Teatros (NATO), aplaudió el anuncio sobre los cines. “La ciudad de Nueva York es un mercado importante para ir al cine en Estados Unidos. La reapertura da confianza a los distribuidores de películas para establecer y celebrar sus fechas de estreno en cines y es un paso importante en la recuperación de toda la industria”, dijo citado por New York Post; y destacó que no se ha rastreado ningún brote de coronavirus en ninguna sala del país.
Desde hace meses los propietarios de las cadenas de cines más grandes del mundo suplicaban al gobernador Cuomo que autorizara la reapertura de las salas de NYC, alegando que el mercado de Nueva York es tan grande que el cierre del estado por sí solo estaba influyendo en la decisión de un estudio de no lanzar películas, alegó Global Cinema Federation (GCF).