A medida que el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, intensifica su lucha contra los nuevos requisitos de vacunación de la administración del presidente Joe Biden, ha centrado algunos de sus críticas en una afirmación particular: las autoridades federales están ignorando los beneficios de la inmunidad natural contra las reinfecciones de COVID-19.
Sur Florida / elnuevoherald
“No se pueden decir mentiras nobles para intentar que [la gente] se comporte de la manera que alguien quiere. Y así lo vemos una y otra vez en esta cuestión de la inmunidad natural”, dijo DeSantis el martes al presentar al nuevo director de Salubridad estatal, que dirigirá el Departamento de Salud de la Florida en la respuesta a la pandemia del coronavirus.
Mientras que DeSantis ha repetido su postura sobre la inmunidad natural durante meses, el Dr. Joseph Ladapo, el nuevo máximo funcionario de salud de la Florida, no perdió tiempo para decir que “hay una gran cantidad de información que apoya que la inmunidad natural protege a las personas de casos graves y también protege de infectarse de nuevo”.
El tema de la inmunidad natural es solo una de la serie de batallas políticas emprendidas por DeSantis durante la pandemia, de cara a 2022 y a una campaña de reelección aún no anunciada. Las primeras políticas de DeSantis sobre la pandemia del año pasado provocaron cierres en todo el estado y colocaron a los ancianos vulnerables de la Florida al frente de la fila de vacunación. Pero, desde entonces, se ha posicionado como el líder de la resistencia republicana a las estrictas medidas y mandatos impulsados por el presidente Joe Biden, sugiriendo que la Florida está siendo castigada por el gobierno federal, presentándose como el protector de los “derechos individuales” y centrándose en el tratamiento temprano en lugar de la prevención.
En los últimos meses, la administración de DeSantis se ha enfrentado a los distritos escolares locales en cuanto al uso obligatorio de mascarillas, reteniendo el dinero equivalente a los salarios mensuales de los miembros de la junta escolar en al menos dos distritos, a pesar de una investigación del Departamento de Educación federal. El miércoles, Ladapo emitió una nueva regla que daría a los padres la facultad de decidir si quieren poner en cuarentena a sus hijos tras una exposición al COVID-19.
Pero en el caso de la inmunidad natural, un argumento contra la vacunación que ha sido citado anteriormente por legisladores como Ron Johnson, representante de Wisconsin, la verdad no es tan sencilla. Los expertos en enfermedades infecciosas y los investigadores de vacunas están de acuerdo en que es demasiado pronto para hacer declaraciones que ignoran el riesgo de enfermedades graves y omiten la montaña de advertencias que conlleva un nuevo virus que muta rápidamente y que los científicos todavía están luchando por comprender.
“Cualquiera que diga que sabe exactamente lo que está pasando no es de fiar, porque no lo sabemos”, dijo Sumit Chanda, xperto en enfermedades infecciosas de Scripps Research que estudia cómo los patógenos infectan las células y cómo responde el sistema inmunitario.
EL ESTUDIO DE ISRAEL
El 13 de septiembre, DeSantis citó un estudio de Israel y otro de la Cleveland Clinic para afirmar que el personal de emergencias que se recuperó del COVID-19 tiene “una inmunidad muy fuerte. Eso está muy claro”. Y hay cierta evidencia, aunque preliminar, que sugiere que la inmunidad natural es fuerte.
Cuando se le preguntó por los estudios en los que se basó el gobernador para sus declaraciones, la secretaria de prensa Christina Pushaw proporcionó enlaces a los estudios de Israel y de la Cleveland Clinic, así como un enlace a un artículo de la revista Science sobre el estudio israelí.
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El estudio de la Cleveland Clinic encuestó a más de 50,000 empleados y comparó cuatro grupos en función de sus antecedentes de infección y su estado de vacunación. Ninguno de los más de 1,300 empleados no vacunados que tenían una infección previa dio positivo durante los cinco meses del estudio.
El estudio concluyó: “Es poco probable que los que tuvieron una infección por SARS-CoV-2 se beneficien de la vacunación contra el COVID-19, y las vacunas pueden priorizarse con seguridad a los que no se han infectado antes”.
El estudio de Israel confió en la base de datos de Maccabi Healthcare Services, un proveedor que ha inscrito a más de 2.5 millones de israelíes. El estudio concluyó que la inmunidad natural proporciona “una protección más duradera y fuerte contra la infección, la enfermedad sintomática y la hospitalización causada por la variante Delta” que la inoculación con la vacuna de dos dosis de Pfizer-BioNTech.
“El gobernador siempre ha dicho que la inmunidad natural es al menos comparable a la inmunidad de la vacuna, en términos de fuerza y cantidad de tiempo conferida”, escribió Pushaw en un correo electrónico.
Pero el estudio de Israel señala que tiene varias limitaciones que pudieran influir en los resultados, como el hecho de que las pruebas fueron voluntarias y podrían subestimar a las personas con infecciones asintomáticas, que quizá no se hayan hecho la prueba, o a las que pudieron haber tenido previamente COVID-19 y creen que son inmunes.
Para los investigadores como Chanda, cuyo trabajo ayudó a descubrir cómo el VIH suprime la respuesta inmunitaria, las declaraciones generales sobre la inmunidad al COVID-19 cuando la ciencia sobre ese tema todavía se está desarrollando, es una señal de alerta.
“No se puede decir eso de forma inequívoca”, dijo. “Este es el problema de lo que dicen estos tipos. Hay un mínimo de verdad en lo que dicen, pero no es una afirmación generalizable y factible”.
A principios de este mes, el gobierno de Biden anunció una de sus reglas de vacunación más amplias hasta la fecha, que afecta a millones de personas en Estados Unidos. La Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo del Departamento de Trabajo exigirá a las empresas con más de 100 empleados que confirmen que todos sus trabajadores están completamente vacunados, o bien que se sometan a pruebas de detección de COVID semanales.
La medida sigue a otros mandatos en el gobierno federal, incluyendo un memorando del Pentágono en agosto que requiere la vacunación para todos los miembros de las fuerzas militares. DeSantis ha calificado las nuevas normas de Biden de “inconstitucionales” y prometió luchar contra ellas.
“Piensan que si uno le dice a la gente: ‘La recuperación del COVID proporciona una fuerte protección’, algunas personas dirán: ‘Oh, mejor me infecto’. Y no creo que la mayoría de la gente lo haga, pero incluso si alguien lo hace, hay que decirle la verdad a la gente”, dijo DeSantis sobre el gobierno federal el martes.
Chanda señaló que los estudios de Israel y de Cleveland Clinic citados por DeSantis son los llamados preimpresos que no han sido revisados por pares, lo que significa que no han sido evaluados y no deben ser utilizados para guiar la práctica clínica de la medicina.
“Lo que tienen que hacer es presentar una amplia variedad de literatura. En eso consiste el consenso científico, en alcanzar una masa crítica de datos”, dijo. “Hasta entonces solo estamos acumulando datos. Es como decir en el medio tiempo que el marcador final es este para saber cuál será el resultado final. … Hay que jugar los cuatro cuartos antes de declarar un ganador y un perdedor”.
La doctora María Alcaide, especialista en enfermedades infecciosas de la Escuela Miller de Medicina de la Universidad de Miami, dijo que la respuesta a si la inmunidad natural confiere una protección más fuerte que la vacunación por sí sola dependerá de muchas partes en movimiento, como la gravedad de la enfermedad, la calidad de la respuesta inmunitaria y la prevalencia de mutaciones que pueden evadir la protección.
En general, dijo, es muy poco probable que la reinfección se produzca en los 90 días siguientes a la infección con una variante específica.
“Después de ese tiempo”, dijo, “la inmunidad empezará a disminuir. Las posibilidades de tener una nueva infección aumentarán, pero también en ese momento podría haber nuevas variantes en circulación”.
Alcaide, que también fue coinvestigadora de los ensayos clínicos de la vacuna Moderna contra el COVID-19 en el sur de la Florida, dijo que los científicos siguen trabajando para responder a la pregunta de qué confiere la mayor protección: la infección natural o la vacunación o una combinación de ambas.
“Todavía no sabemos qué es mejor”, dijo. “Creo que estamos viendo todas las combinaciones posibles. Sabemos que todas ellas confieren protección. No sabemos cuánto dura la protección, y no sabemos si esa protección es de por vida o no”.
La inmunidad al SARS-CoV-2, el virus que causa el COVID-19, también depende de la gravedad de la enfermedad, de la respuesta inmunitaria del individuo y de la calidad de los anticuerpos que el organismo despliega para neutralizar el virus y evitar que se replique.
Chanda, cuya investigación también se centra en la influenza, el virus del dengue y el VIH, dijo que no todas las infecciones naturales son iguales.
“Si se contrae un caso leve de COVID, es poco probable que se obtenga la vigorosa respuesta de anticuerpos que se necesita para la protección a largo plazo”, dijo. “Si se contrae una enfermedad grave, en la que se está en el hospital, yo diría que sí, que probablemente se tenga algún nivel de protección. La cuestión es cuánto dura la protección. ¿Cuánto tiempo pasa antes que disminuya? Son preguntas para las que no sabemos las respuestas. No hay datos”.
FAUCI SOBRE LA INMUNIDAD NATURAL
Aun así, DeSantis ha dicho que cree que el gobierno federal no está hablando lo suficiente sobre la inmunidad natural, la cual piensa que debería tenerse en cuenta antes de imponer mandatos de vacunación en los lugares de trabajo y en las escuelas. Pero el gobierno de Biden ha dado algunas señales en las últimas semanas de que está siguiendo los datos sobre la inmunidad natural, a pesar de creer que todavía no hay suficiente información para saber cuán duradera puede ser la inmunidad natural.
El Dr. Anthony Fauci, principal asesor de Biden en materia de salud, dijo el domingo pasado al presentador de Meet The Press, Chuck Todd, que “no hay duda” de que cuando alguien se infecta, puede obtener una fuerte inmunidad. Pero que vacunarse después de una infección puede proporcionar una protección aún mayor.
“Estamos siguiendo eso, pero todavía no … la durabilidad no está clara”, dijo Fauci a Todd. “Otro hecho que sabemos es que, si te infectas y te recuperas y te vacunas, el nivel de tu inmunidad es extraordinariamente alto, superando a cualquiera de las otras vacunas de dos dosis que te ponen”.
La recomendación actual de los CDC es que quienes se hayan recuperado de la enfermedad se vacunen.
En una entrevista separada con Sanjay Gupta de CNN, Fauci abordó las limitaciones del estudio de Israel, diciendo que “la única cosa que el estudio de Israel no mencionó es cuán alta es la protección con la infección natural, cuál es la durabilidad en comparación con la de la vacuna”.
Aunque DeSantis ha pregonado la importancia de la inmunidad natural al COVID-19, la Florida no reporta ningún dato sobre las personas que han tenido infecciones anteriores. Algunos estados rastrean e informan de las reinfecciones por COVID-19, incluyendo Colorado y Nuevo México. Un portavoz del Departamento de Salud de la Florida no respondió inmediatamente a las preguntas sobre si la Florida está haciendo un seguimiento interno de las reinfecciones o si tiene previsto hacerlo.
Para poner en perspectiva la cantidad de datos necesarios para llegar a un consenso sobre la importancia de la inmunidad natural, Chanda señaló que el SARS-CoV-2 no existía hace más de dos años, un virtual infante entre los virus que han sido estudiados durante décadas o más.
“Mi problema es que están haciendo política declarativa sobre cosas para las que no tenemos respuesta”, añadió. “Si descubrimos que la inmunidad natural es más fuerte, incluso si tienes una infección leve, entonces genial. Pero hasta entonces, creo que lo más seguro para la gente es doblar la apuesta con una vacuna que sea tan segura como cualquier otra cosa que te metas en el cuerpo”.