Hoy lunes 31 de agosto es el día más esperado del verano por miles de restaurantes y cafeterías en Miami-Dade porque podrán volver a reabrir sus salones, por segunda vez en tres meses, con estrictas medidas sanitarias, muy similares a las que el Gobierno condal estableció en mayo para combatir el contagio de coronavirus.
Sur Florida/Diario Las Américas
A partir de hoy, el Condado Miami-Dade reactiva la guía de reglas sanitarias para salones, con énfasis en el uso de mascarillas, ventilación necesaria al exterior y distancia de seis pies mesas, además del uso limitado de 50 % del aforo usual, o sea 50 % de la capacidad permitida en tiempo de normalidad.
“Hay que usar mascarilla hasta que el agua sea servida en la mesa y si la persona se levanta, tiene que ponerse la mascarilla”, subrayó el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez.
“Esperamos este día con muchos deseos. Las pérdidas han sido muchas. Apenas recibimos el 30% de los clientes que venían antes de la pandemia”, comentó Mary Rodríguez, que lo mismo atiende al público que asiste a la administración en asistente administración en la cafetería Mima’s Kitchen, en Coral Way y avenida 22.
De hecho, el local habilitó una carpa en el estacionamiento, con sillas, mesas, ventiladores e incluso plantas para ornamentar el lugar, pero apenas uno o dos clientes acuden a ella para consumir.
“Tener que servir afuera, en una terraza, es muy complicado para los clientes, con estos calores y humedad que hay en Miami”, señaló Mary, quien recordó que antes era 12 empleadas y ahora apenas son seis.
Entretanto, restaurantes populares como El Exquisito, Old Lisbon y El Carajo tuvieron que limitar sus ventas a entrega y reparto de un menú limitado a las puertas del inmueble, por no tener espacio para terraza.
“Yo diría que apenas tuvimos el 20% de los que servíamos antes”, aseguró Mario, empleado de Old Lisbon.
En efecto, las pérdidas económicas han sido grandes. Tras el primer golpe en marzo, el cierre que duró más de dos meses, vino el segundo en julio y ahora se percibe una rara mezcla de esperanza e incertidumbre.
“Contestos estamos por la reapertura de los salones”, declaró María, empleada del restaurante Versailles, en Calle 8, que pudo habilitar una gran carpa en el estacionamiento para servir a comensales en mesas.
“Ojalá no venga otro cierre. Ojalá no volvamos a tener otro repunte de coronavirus”, señaló, sin poder esconder la inquietud en su rostro.
En el interín Miami-Dade, el condado más poblado de Florida, reporta ahora 500 y tantos nuevos casos diarios. Una merma de más de 400% si tenemos en cuenta los más de 3.000 que se reportaban hace un mes.
Según el informe diario del alcalde condal, la tasa de pruebas y positivos de los últimos 14 días figura por debajo de 10% por quinto día, exactamente 8.81%.
Esto significa un mejoramiento significativo respecto a tres semanas atrás, cuando se reportó 20%, e incluso 28% cuando se incluían los casos reincidentes
De hecho, la tasa recomendada por el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) para establecer la llamada “nueva normalidad” es menos de 10% con tendencia al 5% por 14 días.
A partir de hoy, el Condado Miami-Dade reactiva la guía de reglas sanitarias para salones, con énfasis en el uso de mascarillas, ventilación necesaria al exterior y distancia de seis pies mesas, además del uso limitado de 50 % del aforo usual, o sea 50 % de la capacidad permitida en tiempo de normalidad.
“Hay que usar mascarilla hasta que el agua sea servida en la mesa y si la persona se levanta, tiene que ponerse la mascarilla”, subrayó el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez.
“Esperamos este día con muchos deseos. Las pérdidas han sido muchas. Apenas recibimos el 30% de los clientes que venían antes de la pandemia”, comentó Mary Rodríguez, que lo mismo atiende al público que asiste a la administración en asistente administración en la cafetería Mima’s Kitchen, en Coral Way y avenida 22.
De hecho, el local habilitó una carpa en el estacionamiento, con sillas, mesas, ventiladores e incluso plantas para ornamentar el lugar, pero apenas uno o dos clientes acuden a ella para consumir.
“Tener que servir afuera, en una terraza, es muy complicado para los clientes, con estos calores y humedad que hay en Miami”, señaló Mary, quien recordó que antes era 12 empleadas y ahora apenas son seis.
Entretanto, restaurantes populares como El Exquisito, Old Lisbon y El Carajo tuvieron que limitar sus ventas a entrega y reparto de un menú limitado a las puertas del inmueble, por no tener espacio para terraza.
“Yo diría que apenas tuvimos el 20% de los que servíamos antes”, aseguró Mario, empleado de Old Lisbon.
En efecto, las pérdidas económicas han sido grandes. Tras el primer golpe en marzo, el cierre que duró más de dos meses, vino el segundo en julio y ahora se percibe una rara mezcla de esperanza e incertidumbre.
“Contestos estamos por la reapertura de los salones”, declaró María, empleada del restaurante Versailles, en Calle 8, que pudo habilitar una gran carpa en el estacionamiento para servir a comensales en mesas.
“Ojalá no venga otro cierre. Ojalá no volvamos a tener otro repunte de coronavirus”, señaló, sin poder esconder la inquietud en su rostro.
En el interín Miami-Dade, el condado más poblado de Florida, reporta ahora 500 y tantos nuevos casos diarios. Una merma de más de 400% si tenemos en cuenta los más de 3.000 que se reportaban hace un mes.
Según el informe diario del alcalde condal, la tasa de pruebas y positivos de los últimos 14 días figura por debajo de 10% por quinto día, exactamente 8.81%.
Esto significa un mejoramiento significativo respecto a tres semanas atrás, cuando se reportó 20%, e incluso 28% cuando se incluían los casos reincidentes
De hecho, la tasa recomendada por el Centro para el Control de Enfermedades (CDC) para establecer la llamada “nueva normalidad” es menos de 10% con tendencia al 5% por 14 días.