Los republicanos elevaron el viernes al liderato de su bloque en la Cámara de Representantes de Estados Unidos a una ardiente defensora de Donald Trump: la representante Elise Stefanik, con la esperanza de poner fin a su acerba guerra civil en torno a la lucha implacable de Liz Cheney contra el expresidente.
Sur Florida / apnews
Stefanik, una moderada convertida en partidaria de Trump que ha difundido muchas de sus denuncias falsas de fraude electoral, ocupará el puesto número tres del liderato que Cheney ejerció durante dos años.
Con Stefanik, de 36 años, los republicanos intentarán cambiar de tema al consagrar a una de las fieles de Trump —y una de las escasas mujeres que tiene el partido en el Congreso— en lugar de la desafiante Cheney.
Respaldada por Trump y los dos dirigentes principales del bloque, Stefanik derrotó al contendiente Chip Roy por 134-46 en una votación a puertas cerradas.
La elección de Roy parecía más que difícil, pero al menos fue una señal a la conducción de que los derechistas intransigentes esperan tener una voz fuerte en lo sucesivo.
En momentos en que Cheney y otros republicanos antitrumpistas tratan de alejar al partido del expresidente, Stefanik ratificó su importancia y el control que ejerce sobre sobre ellos.
“Los votantes determinan quién es el líder del Partido Republicano y el presidente Trump es el líder al que aspiran”, dijo, antes de añadir que Trump “es una voz importante en el Partido Republicano y esperamos con ansia trabajar con él”.
Los republicanos echaron a Cheney de la conducción luego de que ella atacó reiterada y públicamente a Trump, quien alentó a sus seguidores en el asalto al Capitolio el 6 de enero y persiste en su mentira de que el fraude electoral le costó la reelección en 2020.
Cheney ha dicho que seguirá enfrentando a Trump y que se esforzará en derrotarlo si intenta regresar a la Casa Blanca en 2024.