Londres, el principal centro financiero de Europa con 9 millones de habitantes, entrará en un cierre estricto de COVID-19 a partir de la medianoche del viernes, dentro de las medidas del primer ministro Boris Johnson para tratar de hacer frente a una segunda ola de coronavirus que se está acelerando rápidamente.
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La enfermedad respiratoria, que surgió en China el año pasado y ha matado a más de un millón de personas en todo el mundo, se está extendiendo en la mayor parte del Reino Unido, cuyo número oficial de muertes, 43.155, es el más alto de Europa.
Sin embargo, también está aumentando la indignación por los costes económicos, sociales y sanitarios del mayor recorte de las libertades desde la guerra: un antiguo asesor del gobierno advirtió que pronto algunas personas tendrían problemas para vestir a sus hijos.
El secretario de Salud Matt Hancock dijo que Londres, así como el condado adyacente de Essex, con una población densa, pasarán de nivel de alerto “medio” a “alto” a las 2301 GMT del viernes.
“Para todos quienes trabajan en nuestra gran capital: Quiero agradecer lo que han hecho para suprimir el virus una vez, ahora todos tenemos que actuar para contener el virus una vez más”, instó Hancock. “Entiendo los sacrificios que esto significa, pero sé que si trabajamos juntos, podemos derrotarlo”.
Sadiq Khan, alcalde de Londres, dijo: “Debo advertir a los londinenses: tenemos un invierno difícil por delante.”
En la capital, cuyo distrito financiero sólo puede ser comparado con el de Nueva York, once distritos están registrando más de 100 nuevos casos a la semana por cada 100.000 personas. Las zonas más afectadas son Richmond, Hackney, la City, Ealing, Redbridge y Harrow.
“LA GENTE NO PUEDE SOBREVIVIR”
Manchester, una ciudad del norte de Inglaterra y de las más pobladas del país, había sido avisada de que pasaría de la categoría de “alta” a “muy alta”, pero Hancock dijo que las conversaciones con los líderes locales continuaban, por lo que aún no se había tomado ninguna decisión.
Johnson, que obtuvo una victoria electoral aplastante en diciembre, afirma que su gobierno está librando una guerra contra el virus y que son necesarios algunos sacrificios para salvar vidas.
Sin embargo, la oposición dice que su gobierno conservador actuó demasiado lentamente cuando el virus golpeó por primera vez, no protegió a los ancianos en las residencias de ancianos y puso en marcha un sistema de pruebas deficiente.
En las zonas de nivel “alto” de alarma, no se permite la socialización en interiores fuera del hogar propio o de las redes de apoyo, aunque se puede seguir yendo al trabajo y al colegio. El nivel de alerta “muy alto” prohíbe socializar y obliga a cerrar bares y pubs, así como viajar fuera de la zona.
La exasesora del gobierno para personas sin hogar, Louise Casey, declaró que Reino Unido se enfrenta a un “período de indigencia” en el que algunas familias “no pueden darle zapatos a los niños”. “¿Estamos pidiendo a la gente en lugares como Liverpool que salgan y se prostituyan, para poder poner comida en la mesa?”, dijo Casey a la BBC.
Liverpool, en el noroeste de Inglaterra, ya está en el nivel de mayor riesgo.
“Hay esta sensación en Downing Street (en referencia al Gobierno) y en Westminster (el Parlamento) de que la gente se las arreglará para sobrevivir. Lo cierto es que no podían arreglárselas ni siquiera antes de la epidemia de COVID”, añadió Casey.