Las autoridades japonesas dieron la señal de alarma el jueves después de que Tokio reportara una cifra récord de nuevos casos de coronavirus durante tres días seguidos, con los Juegos Olímpicos en plena marcha.
Sur Florida / AP
“Nunca hemos experimentado un aumento de los contagios de esta magnitud”, dijo a la prensa el jefe de gabinete del gobierno, Katsunobu Kato. Los casos nuevos no se han disparado sólo en Tokio, sino en todo el país, señaló.
Tokio contabilizó 3.865 casos el jueves, en comparación con los 3.177 del miércoles y el doble de la semana anterior. Es un récord desde el inicio de la pandemia a principios del año pasado.
Japón ha mantenido sus cifras de casos y muertes por debajo de muchos otros países, pero su media de siete días está subiendo y ahora es de 28 por cada 100.000 personas en todo el país y de 88 en Tokio, según el Ministerio de Salud. En comparación, la tasa es de 18,5 en Estados Unidos, 48 en Gran Bretaña y 2,8 en India, según datos de la Universidad Johns Hopkins.
“Mientras que casi nada está ayudando a frenar las infecciones, hay muchos factores que pueden acelerarlos”, dijo el doctor Shigeru Omi, importante asesor médico del gobierno, en alusión a los Juegos y las vacaciones de verano. “El mayor riesgo es la falta de sensación de crisis, y sin ella, las infecciones subirán más y pondrán los sistemas médicos bajo una fuerte presión”.
Tokio inició su cuarto estado de emergencia el 12 de julio, antes de los Juegos, que comenzaron el viernes pese a la oposición pública generalizada y al temor a que la cita olímpica pueda empeorar el brote.
La gente sigue paseando por la calle pese a las peticiones de confinamiento, indicó el experto, lo que hace las medidas en gran parte ineficaces mientras se propaga la variante delta del virus, más contagiosa. “Nunca hemos visto las infecciones propagarse tan deprisa”.
Alarmados por el repunte en Tokio, los gobernadores de tres prefecturas vecinas a la capital dijeron que tenían previsto pedir al primer ministro, Yoshihide Suga, que extienda el estado de emergencia a sus regiones.
Las autoridades tokiotas indicaron el jueves que dos deportistas olímpicos extranjeros estaban hospitalizados y 38 estaban aislados en hoteles designados en la ciudad. La gobernadora, Yuriko Koike, instó a los organizadores a asegurarse de que no colocan una carga excesiva sobre los hospitales de Tokio.
El sistema de salud ya está bajo un fuerte estrés, señaló, y los expertos han estimado que Tokio podría rondar los 4.500 casos para mediados de agosto.
El ministro japonés de vacunas, Taro Kono, dijo el miércoles en una entrevista con The Associated Press que no hay pruebas de que los participantes olímpicos estén contagiando el virus a la población local.
“No creo que haya habido ningún caso relacionado con los Juegos Olímpicos. De modo que no nos preocupa ese asunto”, dijo.
En todo el país, Japón reportó el miércoles más de 9.500 casos, un nuevo récord, para un total de unos 892.000 casos y unas 15.000 muertes.
Para el miércoles el 26,3% de la población japonesa había completado su vacunación. El porcentaje de ancianos totalmente vacunados era del 70%, o 24,8 millones de personas.