El racismo, la crisis climática y el empeoramiento de las divisiones ocuparán el primer plano en la Asamblea General de Naciones Unidas el miércoles, un día después de que su secretario general, António Guterres, lanzó una sombría advertencia al afirmar que “estamos al borde de un abismo”.
Sur Florida / apnews
Por primera vez desde el inicio de la pandemia del COVID-19, más de dos docenas de líderes mundiales comparecieron en persona en la jorna inaugural de la asamblea anual de alto perfil. La atmósfera era sombría, de enfado y funesta.
El presidente de China, Xi Jinping, advirtió que “el mundo ha entrado en un periodo de nuevas turbulencias y transformaciones”. Su homólogo finlandés, Sauli Niinistö afirmó que “estamos en una coyuntura crítica”. Y el de Costa Rica, Carlos Alvarado Quesada, declaró que “el futuro nos está alzando la voz: ¡Menos armamento militar, más inversión en paz!”.
En la primera jornada de la Asamblea, que durará una semana, un orador tras otro criticaron las desigualdades y las profundas divisiones que han impedido una acción global conjunta para acabar con la pandemia, que se ha cobrado cerca de 4,6 millones de vidas en todo el mundo y sigue causando problemas, y el fracaso a la hora de atajar la crisis del clima que amenaza el planeta.
El coronavirus y el clima volverán a ser los temas más mencionados por los jefes de Estado y de gobierno. Pero la agenda de la cumbre para el miércoles centrará primero su atención en la conmemoración del 20mo aniversario de la polémica Conferencia Mundial de la ONU contra el Racismo celebrada en Durban, Sudráfrica, que estuvo marcada por los enfrentamientos en Oriente Medio y el legado de la esclavitud.
Estados Unidos e Israel abandonaron una reunión sobre un borrador de resolución que criticaba a Israel y comparaba el sionismo al racismo — una provisión que finalmente se retiró,. Veinte naciones boicotearán la conmemoración el miércoles, según la Conferencia de Presidentes de las Mayores Organizaciones Judías de Estados Unidos, que pidió que más países se unan “para seguir la lucha contra el racismo, la intolerancia y el antisemitismo”.
Tras el acto, los líderes mundiales volverán a subir al estrado del enorme salón de la Asamblea General. Entre las intervenciones del día están la del rey de Jordania, Abdullah II; el presidente de Indonesia, Joko Widodo, y el de Kenia, Uhuru Kenyatta.