18 de mayo de 2024 8:50 AM

¿Quién heredará el título de Felipe, duque de Edimburgo?

La historia del título de Felipe es una de las más inusuales de la Corona británica. Quién lo recibirá, por qué y por cuánto tiempo.

Sur Florida / Infobae

El 19 de noviembre de 1947, la víspera de su boda con la princesa Isabel, el príncipe Felipe recibió el título de duque de Edimburgo de manos de su futuro suegro, Jorge VI. También recibió los títulos subsidiarios de conde de Merioneth y barón de Greenwich. El título de duque de Edimburgo es el que le resultaba más cercano y como durante 70 años se lo reconoció en el mundo.

Según recuerda el especialista en asuntos de realeza Harry Mount en The Telegraph, no es que el príncipe Felipe fuera nuevo en esto de los títulos. En 1921, nació como príncipe Felipe de Grecia y Dinamarca. Gracias a su ascendencia patrilineal de Jorge I de Grecia y Christian IX de Dinamarca. Estaba en línea de ambos tronos al nacer. En 1947 renunció a sus títulos reales danés y griego como reflejo de su casi inevitable futuro papel de esposo de la Reina del Reino Unido.

Premios

En sus 74 años como duque de Edimburgo, hizo el título mucho más famoso y distinguido que cualquiera de los anteriores poseedores del título. Gracias a la fundación, en 1956, del Premio del Duque de Edimburgo, el principal galardón para jóvenes del mundo, también se ha convertido en sinónimo de aventura.

Tal era su afecto por el título que, cuando la Reina subió al trono en 1952 y se planteó la complicada cuestión de cómo debía llamarse la nueva casa real. Felipe quería que el nombre fuera Casa de Edimburgo. El tío materno del Duque, el conde Mountbatten, se mostró partidario de la Casa de Mountbatten, por su propia línea. Pero fue Winston Churchill quien insistió en que se mantuviera el nombre de Windsor.

Ofuscado Felipe declaró: “No soy más que una maldita ameba. Soy el único hombre del país al que no se le permite dar su apellido a sus propios hijos”.

En 1960, la Reina declaró que Mountbatten-Windsor sería el apellido de sus descendientes por línea masculina, que no son príncipes, princesas o Altezas Reales. Dado que Mountbatten fue adoptado por su línea de sangre materna, el príncipe Felipe tuvo entonces algún efecto sobre el apellido real.

¿Y qué pasa ahora con el título de duque de Edimburgo tras su muerte?

The Telegraph explica que lo hereda automáticamente el príncipe Carlos, como su hijo mayor. Pero no es un título que llevará para siempre. Como ocurre con tantos rituales arcanos de la monarquía, el título de duque de Edimburgo sigue una inusual línea de sucesión.

Cuando un nuevo monarca llega al trono, se dice que sus títulos preexistentes se “funden en la Corona”, lo que significa que los títulos dejan de existir. Pero el monarca es libre de hacer una nueva “creación” de esos títulos: el duque de Edimburgo ha tenido tres creaciones desde que se otorgó por primera vez en 1726.

Todo esto significa que el título de duque de Edimburgo será de nueva creación para el príncipe Eduardo cuando se fusione en la Corona -es decir, cuando Carlos se convierta en rey–.

Antes de que el príncipe Eduardo se casara con Sophie Rhys-Jones en 1999, fue nombrado conde de Wessex. También se anunció que, con el tiempo, se convertiría en duque de Edimburgo.

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