Cientos de vecinos de algunas de las zonas con menores ingresos de Madrid que se enfrentan a un confinamiento para detener el aumento de la tasa de contagios por COVID-19 salieron a la calle el domingo, para pedir mejores disposiciones sanitarias y para quejarse contra lo que consideran es una discriminación por parte de las autoridades regionales.
Sur Florida / reuters
El Gobierno autonómico de Madrid anunció el viernes que restringirá a partir del lunes la entrada y salida de los ciudadanos de seis distritos gravemente impactados por una nueva ola de contagios de coronavirus, lo cual afectará a unas 850.000 personas, aunque se podrá seguir yendo a trabajar.
Las restricciones se aplicarán predominantemente en zonas de bajos ingresos y con mayor población inmigrante. El domingo se celebraron protestas pacíficas en 12 de los 37 distritos afectados por las nuevas restricciones.
Alrededor de 600 personas se manifestaron en el distrito sur de Vallecas, que tiene una de las tasas de infección más altas de la capital española, cerca de seis veces la registrada en Chamberí, un barrio rico del norte de la ciudad, según cifras del Gobierno regional.
“Son injustas las medidas que ha tomado la presidenta de la Comunidad de Madrid. Lo que no es lógico es que puedas ir a trabajar al barrio de Salamanca pero no a hacer compras, por ejemplo”, dijo una manifestante que vive en Vallecas. “Es injusto y es totalmente discriminatorio.”
“Vallecas no es un gueto”, coreaban los manifestantes.
También pidieron la dimisión de la líder regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, quien se convirtió en el objetivo de las críticas por decir esta semana que “el modo de vida de la inmigración” es parte responsable del aumento de los casos.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, dijo que las medidas no discriminan a los pobres.
“Tenemos que estar todos unidos. (…) Aquí hay madrileños de primera o madrileños de segunda”, dijo en un vídeo publicado en su cuenta de Twitter.
Las autoridades de Madrid, que concentra un tercio de todos los contagios registrados en España, anunciaron las restricciones para las zonas donde los contagios superan los 1.000 por cada 100.000 habitantes.
Se restringirá el acceso a los parques y espacios públicos, se limitarán las reuniones a seis personas y los establecimientos comerciales tendrán que cerrar a las 10 p.m. en las zonas afectadas.
La policía establecerá 60 puestos de control para hacer cumplir las medidas, pero no impondrá multas el primer día, dijeron las autoridades regionales el domingo.
El consejero Justicia de la Comunidad de Madrid, Enrique López, condenó las manifestaciones.
“Tenemos absolutamente determinado que esas zonas son donde más contagios hay. Llamar a concentraciones ahora cuando lo que queremos es evitar eso me parece un acto de absoluta irresponsabilidad”, dijo López a la emisora de radio Cadena Ser.
Sin embargo, el jefe de sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, dijo que si estas medidas no reducen los casos de coronavirus se podría proceder con el cierre de toda la ciudad.
“Si es necesario cerrar Madrid, se hará”, dijo en una entrevista con el periódico ABC publicada el domingo.
Aunque España acumula el mayor número de casos de COVID-19 en Europa occidental, el sábado el presidente Pedro Sánchez descartó un segundo confinamiento a escala nacional en una entrevista con el canal de televisión La Sexta.
Según los últimos datos publicados por el Ministerio de Sanidad el viernes, 640.040 personas han sido diagnosticadas con la COVID-19 en España, con un aumento de 4.697 casos en las últimas 24 horas. Un total de 30.495 han muerto en el país por causa de la enfermedad, según Sanidad.