El príncipe Felipe de Edimburgo nació en una familia real pero renunció a esos títulos para casarse con la reina; más tarde, fue nombrado príncipe en el marco de una antigua ley.
Sur Florida / La Nación
El príncipe Felipe de Edimburgo, fallecido este viernes 9 de abril, siempre se mantuvo por detrás de la reina Isabel IIy, aunque estuvo casado 73 años con ella, jamás se le otorgó el título de rey.
El motivo por el que nunca fue coronado radica en una ley parlamentaria que indica los pasos de la sucesión de los monarcas y toma en cuenta el género del consorte para asignar los títulos. De acuerdo con esta ley, la esposa de un hombre que es rey será considerada reina consorte. Por ejemplo, la reina madre (suegra de Felipe) llevaba este título por haberse casado con el rey Jorge VI.
Mientras tanto, los hombres que se casan con mujeres que son reinas solo pueden recibir el título de príncipe consorte.
Según los expertos, la norma funciona así porque el título de “reina” puede ser usado tanto para referirse a una monarca como para un rol ceremonial. En cambio, el de “rey” solo puede ser aplicado en referencia a un monarca y no tiene uso ceremonial.
Casamiento
En 1947, cuando se casó con Isabel, Felipe recibió tres títulos nobiliarios: duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich. Cuando su esposa ya era reina, diez años más tarde de la boda, nombró a Felipe como Príncipe Oficial del Reino Unido.
Philip Mountbatten, tal como se llamaba el príncipe antes de pertenecer a la corona británica, nació en una familia real griega vinculada con otras familias reales europeas. Por la crisis política de Grecia, tuvieron que abandonar el país para establecerse en Francia. Cuando Felipe se instaló en Reino Unido adoptó el apellido Mountbatten, pero para casarse con Isabel debió renunciar a todos sus títulos anteriores.