El presidente interino de Perú, Manuel Merino, anunció el domingo su renuncia “irrevocable” tras una noche de protestas contra su Gobierno que dejaron al menos dos muertos y decenas de heridos y que llevaron al país a una nueva crisis política. Merino había asumido la presidencia el martes luego de que el Congreso dominado por la oposición destituyó a Martín Vizcarra en medio de denuncias de corrupción, lo que generó multitudinarias manifestaciones contra la decisión.
surflorida/Reuters
“En este momento, cuando el país atraviesa una de las más grandes crisis políticas, quiero hacer de conocimiento a todo el país que presento mi renuncia irrevocable a la presidencia e invoco a la paz y a la unidad de todos los peruanos”, dijo Merino en un mensaje transmitido por televisión.
Con Merino, que dimitió en su primer discurso a la nación en Palacio de Gobierno desde que tomó el cargo, son dos presidentes peruanos que dejan el cargo en menos de una semana.
No estaba claro quien asumiría el mando del país minero y el Congreso anunció que se reunirá más tarde para definir una “salida constitucional” con un sucesor de consenso con los partidos políticos de la cámara.
Tras el anuncio de la renuncia, centenares de peruanos salieron a celebrar con sonoras trompetas, banderas y pancartas por el centro de la capital y en otras regiones del país.
El sábado, miles de personas marcharon por la capital y otras ciudades del país minero por sexto día consecutivo. Tras conocerse la gravedad de los sucesos, al menos 11 de los 18 ministros del gabinete abandonaron a Merino y diversas figuras políticas exigieron la cabeza del mandatario interino.
PENDÍA DE UN HILO
Las víctimas, las primeras desde el inicio de las protestas tras la destitución el lunes de Vizcarra por denuncias de corrupción, habían participado en la manifestación que terminó en choques con la policía en el centro de Lima, según fuentes médicas y sus familiares.
Poco antes del anuncio de Merino, el presidente del Congreso, Luis Valdez, había dicho que todos los partidos en el Parlamento habían acordaron pedir su “inmediata” renuncia y amenazó con que, si lo no hacía, iban a promover su expulsión.
La Asamblea Nacional de Gobiernos Regionales, que reúne a las autoridades del interior del país, también había exigido en un comunicado por Twitter la renuncia de Merino, señalándole como el “responsable político de los hechos de violencia”.
Vizcarra, un centrista que había asumido el mando en el 2018 tras la renuncia de Pedro Pablo Kuczynski, celebró también la renuncia y se mostró en desacuerdo con que el Congreso que lo destituyó designe ahora al nuevo mandatario.
“Ha salido un ‘dictadorzuelo’ (Merino) de Palacio, no se trata de cambiarlo por otro”, afirmó. “¿Van a dar la solución los que tomaron una medida anticonstitucional?”, se preguntó Vizcarra. Pidió que el Tribunal Constitucional defina pronto una demanda pendiente que podría anular -según algunos expertos- la decisión del Congreso sobre su vacancia presidencial.
El tribunal dijo por Twitter que evaluará ese tema el lunes.
La protesta del sábado se había concentrado en la céntrica Plaza San Martín y era pacífica pero en la noche, a unas cuadras más allá, algunos encapuchados que buscaban ingresar a una avenida en el centro de Lima que conduce al Congreso comenzaron a arrojar piedras contra una barrera de la policía.
Las fuerzas de seguridad lanzaron lacrimógenas en las protestas que se están realizando en medio del brote del coronavirus en Perú, que reporta 935.000 contagiados y unos 35.200 muertos.