5 de noviembre de 2024 9:59 PM

Por qué redes sociales acotaron historia sobre Biden

 La rápida intervención de Facebook y Twitter esta semana para limitar la propagación de un artículo no verificado publicado en el medio conservador New York Post desató previsibles señalamientos de la derecha de que se trataba de censura. Pero también ilustra lo escurridizo que es el control de la información incluso para las compañías tecnológicas más grandes, particularmente en medio de una controversial campaña electoral a la presidencia.

Sur Florida / apnews

Aunque Facebook y Twitter a menudo han tardado en combatir la desinformación y otras violaciones a sus reglas, su respuesta en este caso demuestra lo rápido que pueden actuar cuando así lo desean. La desinformación frecuentemente avanza más rápido que la verdad en las redes sociales, de acuerdo con hallazgos de estudios académicos. Pero si los gigantes de las redes sociales no tienen cuidado, sus intentos de frenar una noticia pueden amplificar su alcance. E incluso cuando actúan con cautela, corren el riesgo de acaparar sus propios titulares con cada paso.

Por primera vez en la memoria reciente, dos plataformas de redes sociales hicieron valer las reglas contra la desinformación en una historia publicada en un medio de comunicación tradicional. El artículo en cuestión, que no ha sido confirmado por otras publicaciones, hizo referencia a correos electrónicos no verificados de Hunter Biden, hijo del candidato demócrata a la presidencia Joe Biden, los cuales presuntamente fueron descubiertos por aliados del presidente Donald Trump.

La campaña de Trump aprovechó el reporte, aunque generaba más preguntas que respuestas, incluyendo si los emails fueron hackeados o fabricados. Ninguna compañía respondió a preguntas sobre si habían tomado medidas similares en otras ocasiones contra una publicación de la prensa convencional, aunque Facebook dijo que relegar el material mientras se espera a verificar sus datos es una práctica común.

Facebook utilizó la posibilidad de información falsa como el motivo para limitar el alcance del artículo, lo que significa que su algoritmo lo muestra a menos gente, similar a la manera en que no ves tantos posts de amigos con los que no interactúas tan seguido. En tanto, Twitter impidió que los usuarios retuitearan la liga de la historia o la enviaran por mensaje privado.

A pesar de que actuaron rápidamente, ambas compañías fracasaron en comunicar su decisión al público. En parte por esto, y en parte por el simple hecho de intentar limitar la historia, las plataformas tecnológicas no tardaron en convertirse en la noticia, especialmente entre los círculos conservadores en donde la supuesta parcialidad de los gigantes tecnológicos ya es uno de los principales temas de conversación. El hecho de que un importante periódico de una metrópolis recibiera el mismo trato que medios más marginales, añadió gasolina al fuego.

“Encuentro este comportamiento impresionante, pero no sorprendente, de una plataforma que ha censurado al presidente de Estados Unidos”, escribió el senador republicano Josh Hawley en una carta dirigida al director general de Twitter, Jack Dorsey. Los legisladores republicanos anunciaron el jueves planes de emitir una citación a Dorsey para testificar sobre las medidas adoptadas por su plataforma.

En un acto un tanto inusual la mañana del miércoles, el portavoz de Facebook recurrió a Twitter para anunciar que la compañía “reduciría” la distribución del artículo en la plataforma mientras aguardaba la verificación de datos por parte de terceros. Facebook generalmente hace esto con el material que no queda prohibido de inmediato de su servicio, pero eso conlleva el riesgo de propagar mentiras o causar daño de otras formas.

Horas más tarde el miércoles, Twitter comenzó a impedir que sus usuarios compartieran la liga del artículo en tuits o por mensajes directos debido a que violaba las políticas de la compañía que prohíben el contenido hackeado. Pero no alertó a los usuarios sobre el motivo por el que no podían compartir la historia, sino hasta después de varias horas.

En un hilo de Twitter, el grupo de seguridad de la compañía señaló que las imágenes publicadas en el artículo incluían información personal y privada, que significaba una violación a sus reglas, y añadió que consideraba el material incluido en el artículo una violación a su política sobre materiales hackeados.

Dorsey tuiteó poco después que era “inaceptable” que la compañía no hubiera dado más contexto sobre sus acciones.

El Post dio seguimiento el miércoles con un artículo centrado en la supuesta “censura” de las plataformas tecnológicas. Y la portada de la edición impresa del jueves muestra una foto de Biden y su hijo con la leyenda: “Censurado” y el encabezado: “Facebook y Twitter bloquean la revelaciones del Post de los archivos de Hunter Biden”.

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La periodista de Associated Press Amanda Seitz contribuyó a este despacho desde Chicago.

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