El número de personas que solicitó el seguro por desempleo en Estados Unidos disminuyó a un mínimo no visto desde inicios de la pandemia de coronavirus, indicio de que el mercado laboral mejora, pese al letargo de las contrataciones en los últimos dos meses.
Sur Florida / diariolasamericas
Las solicitudes de ayuda por desempleo disminuyeron en 36.000 para ubicarse en 293.000 la semana pasada, informó el jueves el Departamento del Trabajo. Esa es la menor cantidad desde marzo del 2020, cuando estalló la pandemia en Estados Unidos.
Este indicador suele ser augurio de que los despidos han disminuido notablemente desde la primavera pues muchos negocios, teniendo dificultades para llenar sus nóminas, han retenido a sus empleados.
Las compañías han abierto un número de plazas sin precedente, pero a las empresas se les hace muy difícil conseguir empleados, pues más de 3 millones de personas que perdieron sus empleos debido a la pandemia dejaron de buscar y todavía no han reanudado sus intentos.
Los economistas vaticinaban que más personas conseguirían trabajo en septiembre al reanudarse las clases y al expirar una serie de programas asistenciales.
Pero ese aumento en el empleo no ocurrió, pues los trabajadores cubrieron apenas 194.000 plazas el mes pasado. El desempleo cayó de 5,2% a 4,8%, aunque eso se debió en parte a que muchos dejaron de buscar, por lo que no fueron clasificados como desempleados.
Al mismo tiempo, la cantidad de personas en Estados Unidos que están renunciando a sus empleos ha subido a niveles récord, para un 3% en agosto. Muchas de las renuncias han ocurrido en restaurantes, bares y hoteles debido que el turismo mundial sigue bajo las estrictas medidas por la pandemia y las exigencias de un documento de vacunación en muchos países.
Otros trabajadores dejaron sus cargos para buscar posiciones con mejor sueldo, o debido a que sus propinas -la forma por excelencia en el sector de los servicios para aumentar los ingresos- cayeron considerablemente por las restricciones sanitarias.
Aún quedan en EEUU, unos 10 millones de empleos vacantes, pero los altos precios de los productos de consumo y las ayudas federales durante casi dos años han desestimulado a las personas a buscar trabajo y a no aceptar salarios por debajo de los 15 o 20 dólares la hora.
Los dueños de empresas han tenido que incrementar sus gastos en salario y beneficios y reducir las ganancias para captar mano de obra, pero aún con esas medidas no encuentran el personal que necesitan.