A los problemas musicales y familiares que ha tenido en los últimos tiempos Paulina Rubio ahora debe sumársele el hecho de que la cantante mexicana tiene una gran deuda que podría dejarla en bancarrota.
Sur Florida / diariolasamericas
Varios medios internacionales han publicado que “La chica dorada” tiene una deuda de 117.120,87 dólares, que corresponden a los impuestos que cada año debe cubrir por su mansión en Miami, Estados Unidos. De no pagar 118.315,98 dólares en febrero y 119.511,09 en marzo, la cifra podría aumentar.
La mansión que podría llevar a Paulina Rubio a la bancarrota se encuentra en Di Lido, una de las zonas más exclusivas de Miami Beach. Tiene 1.153 metros construidos, con cuatro cuartos y el mismo número de baños. Destaca, además, por tener acceso privado al embarcadero de la bahía.
La información fue divulgada por el programa Ventaneando.
Pero más allá de cubrir estos gastos, Paulina Rubio tiene otras opciones para hacer frente a sus problemas económicos. La primera, hipotecar su vivienda, siempre y cuando consiga ingresos para pagarla. La segunda, declararse en bancarrota.
De acuerdo a ABC de España, que tuvo acceso a algunos registros de la Corte de Miami, Paulina Rubio adquirió un terreno en 1996 a un precio de 520.000 dólares para construir su casa tres años más tarde. Esta, conocida como Ananda, fue diseñada por su expareja Ricardo Bofill, y se ha convertido en una de sus propiedades preferidas.
Desde entonces, los impuestos anuales por la propiedad han ido aumentando. En 2013, por ejemplo, la cantante pagó 51.000 dólares. Mientras que en 2019, desembolsó 119.751 dólares.
A esta deuda, Paulina Rubio tendría que sumarle 24.500 dólares que tiene que pagar a American Express, la compañía de tarjetas de crédito que la denunció el pasado mes de noviembre.
Además, las otras deudas que aún tiene con los abogados que contrató para hacer frente a sus demandas contra Colate, el padre de su hijo Andrea.
Todo esto ocurre, en uno de los peores momentos de Paulina Rubio como artista, ya que el año pasado fue un año complicado para la industria musical por la pandemia del Covid-19.