El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia decidió suspender el conteo preliminar y elementos de las fuerzas militares y de seguridad salieron a las calles horas antes de las cruciales elecciones del domingo, a fin de evitar confusión e incertidumbre tras los fallidos comicios que fueron anulados el año pasado por denuncias de fraude.
Miami Mundo / apnews
“La decisión ha sido unánime, luego de una valoración responsable serena se ha decidido que no esté disponible la Difusión de Resultados Preliminares (Direpre)”, dijo el sábado por la noche el presidente del TSE, Salvador Romero, en conferencia de prensa a fin de que no se genere “confusión e incertidumbre”.
Romero garantizó que el país contará con un conteo oficial seguro y transparente. Además explicó que la determinación ha sido informada a los comunidad internacional, observadores, lo cuales le hicieron conocer su compresión.
Desde su exilio en Argentina, el expresidente boliviano Evo Morales expresó su preocupación sobre la suspensión en su cuenta de Twitter.
“Hicimos observaciones públicas que no fueron atendidas oportunamente. Esta decisión de última hora despierta dudas sobre sus intenciones”, aseveró.
En tanto, el candidato por su partido, el exminsitro de Economía Luis Arce __favorito en las encuestas— no ofreció comentarios.
La alianza centrista Comunidad Ciudadana (CC) del expresidente Carlos Mesa —segundo en las encuestas— lamentó esta decisión pero expresó que entiende las razones.
“Optando por la fiabilidad, certeza y seguridad de los resultados oficiales, que son los únicos que tienen valor legal”, subrayó la alianza en un comunicado de prensa.
Por su parte, las misiones de observación electoral de la Organización de los Estados Americanos (OEA) y de la Unión Interamericana de Organismos Electorales (UNIORE), así como la Misión de Expertos del Centro Carter, la Iglesia Católica, la Unión Europea (UE) y la Organización de Naciones Unidas (ONU) respaldaron la decisión al considerar que “privilegia la certeza y busca evitar poner en riesgo la difusión correcta de los resultados”.
Además aseguraron que observarán el desarrollo del cómputo a fin de verificar su funcionamiento y la publicación de los resultados oficiales. Al mismo tiempo hicieron un llamado a los bolivianos para que participen en la jornada electoral y acompañen hasta su conclusión la difusión de la información oficial a lo largo de los próximos días.
En paralelo, contingentes de militares y de la fuerza policial salieron a patrullar las calles.
Horas antes, las boletas, la urnas de votación y otros materiales fueron trasladados a los recintos electorales bajo custodia de la policía y militares sin reportarse contratiempos, informó el encargado de despacho del Tribunal Electoral, Luis Vilca.
Más temprano, el secretario de Naciones Unidas, Antonio Guterres, instó a los actores políticos y sociales de Bolivia a celebrar elecciones “pacíficas” el domingo y a respetar los resultados en medio de un clima de tensión y al que se ha sumado una denuncia de detención de un legislador argentino.
Guterres reafirmó su apoyo a la aspiración de los bolivianos de realizar elecciones transparentes, creíbles, participativas e incluyentes en un marco de pleno respeto a los derechos civiles y políticos, señaló su portavoz Stéphane Dujarric en un comunicado de prensa.
En la jornada, el presidente argentino Alberto Fernández denunció en su cuenta de Twitter que “legisladores argentinos fueron maltratados al llegar a La Paz para cumplir con sus tareas de veedores de las elecciones del domingo. Es directa responsabilidad del gobierno de facto de Jeanine Áñez preservar la integridad de la delegación argentina”.
Fernández no reconoce el mandato transitorio de Áñez, quien asumió después de la renuncia de Evo Morales a la presidencia.
La víspera, el diputado Federico Fagioli, de la delegación de parlamentario argentinos –del partido de Fernández– fue retenido, según la defensora del Pueblo, Nadia Cruz.
El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, negó tal detención, aunque mencionó que se le dijo a Fagioli que no es bienvenido porque el año pasado ingresó al país a hacer “injerencia”. Fue una referencia a su participación en un informe sobre los conflictos de 2019 que dejaron 36 fallecidos y que cuestiona al gobierno de Áñez.
La nación andina vive en un clima de inquietud ante los comicios, lo que generó en días recientes que mucha gente se volcase a los mercados para aprovisionarse ante el temor de posibles conflictos después de la votación.
Bolivia busca zanjar en las urnas la crisis política y estallido social generado a fines del año pasado luego de unas elecciones anuladas por sospechas de fraude, que provocaron la renuncia de Morales y el ascenso del gobierno interino de Áñez.
La pandemia del nuevo coronavirus obligó a suspender en dos ocasiones los comicios, lo que elevó la tensión política y que la campaña estuviese marcada por protestas.