Cientos de migrantes que se dirigían a Europa fueron interceptados ante la costa de Libia y detenidos en las últimas 24 horas, dijo el viernes la agencia migratoria de Naciones Unidas.
Sur Florida/AP
Más de 1.000 migrantes partieron recientemente de las costas libias huyendo de “terribles condiciones humanitarias”, explicó la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en Twitter. Más de 800 de ellos fueron detenidos por la guardia costera libia y enviados a los infames centros de detención del país norteafricano, agregó.
Tras la revuelta para derrocar y matar al dictador Moamar Gadafi en 2011, respaldada por la OTAN, una Libia devastada por la guerra se ha convertido en el principal punto de tránsito para quienes huyen de la guerra y la pobreza en África y Oriente Medio. Los contrabandistas de personas suelen atestar de familias desesperadas unas balsas neumáticas mal equipadas que se paran y naufragan en la peligrosa ruta por el Mar Mediterráneo.
La OIM publicó fotografías de migrantes, en su mayoría hombres africanos, esperando a desembarcar en Libia y hablando con su personal.
“Aunque los equipos de la OIM siguen prestando asistencia en los puntos de desembarque, mantenemos que Libia no es un puerto seguro”, tuiteó la agencia.
En los últimos años, la Unión Europea se ha asociado con la guardia costera de Libia y con otros grupos locales para frenar los peligrosos cruces marítimos. Los grupos de derechos, por su parte, dicen que estas políticas dejan a los migrantes a merced de grupos armados o confinados en centros de detención insalubres y plagados de abusos.