Portugal impondrá nuevamente restricciones contra el coronavirus ante la amenaza de la variante ómicron, a pesar de que el país tiene una de las tasas de vacunación contra el COVID-19 más altas del mundo.
Sur Florida / apnews
Con un aumento lento pero constante en la tasa de infecciones diarias, ya pesar de que el 87% de la población cuenta con esquema completo de vacunación, el gobierno anunció el martes una nueva serie de restricciones durante las fiestas decembrinas, y que se produce una semana antes de lo previsto.
El primer ministro António Costa anunció que a partir de la medianoche del sábado será obligatorio trabajar desde casa, además de que las discotecas y bares permanecerán cerrados.
Las medidas se mantendrán en vigor al menos hasta el 9 de enero.
Para entrar a cines, teatros, eventos deportivos, bodas y bautizos durante ese periodo será necesario presentar un resultado negativo en la prueba de detección de COVID-19.
Como medidas excepcionales para Nochebuena y Navidad, así como para Nochevieja y Año Nuevo, también se exigirá una prueba diagnóstica con resultado negativo para entrar a los restaurantes y las celebraciones públicas de fin de año.
Además, en Nochevieja no podrán reunirse más de 10 personas en la calle y se prohibirá el consumo de alcohol al aire libre.
“Sabemos que entramos en un período especialmente difícil”, dijo Costa en una rueda de prensa, refiriéndose a los repuntes de COVID-19 en otros países europeos a causa de la variante ómicron.