5 de noviembre de 2024 7:15 PM

Ocho peligrosos efectos de beber muchos refrescos dietéticos

Seamos honestos beber refrescos nunca será un hábito saludable. Sin embargo, es un hecho que son bebidas sumamente refrescantes y atractivas que muchas personas en todo el mundo aman consumir. Con el principal objetivo de cuidar la línea, el consumo de azúcar y calorías, los fanáticos de los refrescos apuestan por las versiones light. Si bien al ser productos libres de calorías, azúcar y carbohidratos pueden parecer una alternativa saludable a los refrescos regulares repletos de azúcar, los refrescos dietéticos no son nada inofensivos como parece, especialmente en los casos que se beben varias porciones al día.

SurFlorida / Diario de NY

Recordemos que los refrescos son bebidas altamente procesadas, en el caso específico de las alternativas light pueden contener una amplia gama de aditivos, químicos, saborizantes y endulcorantes artificiales que deterioran la salud en numerosos aspectos. Si bien, nos ahorran calorías su alto contenido en elementos artificiales se relaciona con afectaciones en la salud digestiva, intestinal, mental y física. Con base en ello nos dimos a la tarea de recopilar 8 de los peores efectos secundarios que se asocian con una ingesta recurrente de refrescos de dieta, cabe mencionar que suelen presentarse a corto, mediano y largo plazo.

1. Afectaciones en la salud intestinal

A estas alturas todos sabemos sobre la estrecha relación entre un microbioma sano (la comunidad de bacterias beneficiosas en el tracto digestivo) y la salud en general. Actualmente se cuenta con algunas investigaciones en las que se sugiere que los edulcorantes artificiales que se encuentran en los refrescos dietéticos podrían afectar negativamente el microbioma intestinal. El microbioma intestinal juega un papel clave en muchos aspectos de la salud, incluida la función inmunológica, la absorción de nutrientes, la salud del corazón, el estado de ánimo, el funcionamiento cerebral y más. De acuerdo con un pequeño estudio que contó con la participación de 7 personas, encontraron que el endulcorante artificial sacarina dañaba el control del azúcar en sangre y causaba desequilibrios en las bacterias intestinales entre el 57% de los participantes. Otra referencia interesante, comprobó que el acesulfamo K (Ace-K), otro tipo de edulcorante artificial en algunos tipos de refrescos dietéticos, afecta negativamente la composición del microbioma intestinal. T

2. Erosiona el esmalte de los dientes

Aunque la gaseosa dietética no contiene azúcar como la gaseosa regular, es muy ácida y puede afectar seriamente los dientes cuando se bebes en abundancia con regularidad. De acuerdo con un estudio reciente, los refrescos regulares y dietéticos afectaran significativamente la rugosidad de la superficie del esmalte dental, lo que indica que ambos pueden contribuir a la erosión dental. Otro estudio demostró que debido a su acidez, los refrescos dietéticos pueden dañar la superficie del esmalte. Sin embargo, el daño al esmalte dental debido a la acidez no es lo mismo que un mayor riesgo de caries debido al contenido de azúcar que aportan los refrescos regulares. También se ha comprobado que el consumo regular de refrescos en adolescentes es uno de los peores hábitos alimenticios para un peso saludable y para una mala salud bucal en la vida adulta.

3. Se relacionan con dolores de cabeza

Para algunas personas, beber habitualmente refrescos dietéticos al día podría causar dolores de cabeza ¿Cuáles son las razones? De acuerdo con expertos en medicina y nutrición, esto puede deberse a ciertos edulcorantes artificiales que se encuentran en los refrescos dietéticos, como el caso concreto del aspartamo. Según algunas investigaciones, el aspartamo está relacionado con varios efectos secundarios cuando se consume en grandes cantidades: dolores de cabeza, migrañas e irritabilidad. Además se cuenta con referencias en las que se ha encontrado que la cafeína, que esta presente en algunos refrescos dietéticos, podría causar dolores de cabeza a algunas personas más sensibles a esta sustancia.

4. Disminuyen la densidad ósea

La soda dietética contiene varios compuestos que pueden afectar negativamente la salud ósea y provocar la pérdida de masa ósea: la cafeína y el ácido fosfórico. Es bien sabido que existen etapas de la vida en las que somos más propensos a huesos débiles, tal es el caso de la menopausia y la vejez. Con base en ello, se cuenta con un estudio en el cual se demostró que entre las mujeres, beber refrescos de cola regular y de dieta estaba relacionado con una disminución de la densidad mineral ósea, una condición que podría aumentar el riesgo de osteoporosis y fracturas óseas. Otro estudio que incluyó a más de 17,000 adultos encontró que las personas que consumían refrescos regularmente tenían un mayor riesgo de fracturas óseas durante 5 años. Una de las referencias más relevantes, es un gran estudio realizado en mujeres posmenopáusicas el cual mostró que cada porción de refresco (tanto regular como dietético), por día se asoció con un 14% más de riesgo de fractura de cadera. 

5. Pueden afectar la salud del corazón

Se cuenta con numerosas referencias científicas que avalan las negativas consecuencias de un alto consumo de bebidas gaseosas dietéticas y un mayor riesgo de desarrollar problemas cardíacos a largo plazo. Un estudio en 59,614 mujeres mostró que beber al menos 2 bebidas dietéticas por día se asoció con un mayor riesgo de problemas cardíacos y muerte por enfermedad cardíaca durante un período de 9 años. También otros estudios anteriores han comprobado que la ingesta regular de refrescos de dieta, podría estar relacionada con un mayor riesgo de accidente cerebrovascular. Por último y no menos importante, los refrescos dietéticos se han relacionado con un mayor riesgo de síndrome metabólico, que es un grupo de afecciones que pueden aumentar el desarrollo de enfermedad cardíaca, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2.

6. Activan los antojos por alimentos azucarados

Si bien los refrescos dietéticos son alternativas que no aportan calorías ni azúcar, eso no quiere decir que sean saludables y mucho menos benéficos. Se ha demostrado que los edulcorantes artificiales de los refrescos, tienen el mismo efecto en la vía de recompensa de los alimentos en el cerebro que el azúcar regular, lo que podría conducir a un aumento del hambre y la ingesta de alimentos. De tal modo que los expertos señalan a los refrescos dietéticos como los responsables de aumentar los antojos y la dependencia al azúcar, activan el deseo por postres, golosinas, bollería y helados. Esto conduce a un mayor riesgo de sobrepeso y obesidad. 

7. Aunque no lo creas, podrían causar aumento de peso

Si bien este tipo de bebidas suelen ser la alternativa creada para cuidar el peso, los científicos han encontrado resultados mixtos sobre el consumo de refrescos dietéticos y el aumento de peso. Lo que se tiene como referencias sólidas: Un estudio realizado en 749 adultos mayores encontró que aquellos que consumían gaseosas dietéticas con regularidad tendían a tener mayores aumentos en la grasa abdominal durante un período de 9 años, en comparación con las personas que no consumían gaseosas dietéticas con regularidad. Sin embargo, otro estudio que incluyó a 2.126 personas mostró que beber al menos 1 refresco por día se asoció con un mayor riesgo de síndrome metabólico. Además, beber refrescos dietéticos se asoció con un aumento de la grasa abdominal. Por otro lado, algunos estudios no han encontrado asociación entre los refrescos dietéticos o los edulcorantes artificiales y el peso corporal. Si bien queda mucho trabajo de investigación por realizar, seamos claros los refrescos nunca serán parte de una dieta saludable que nos lleve a un peso y salud óptima a largo plazo.

8. Aumentan el riesgo de diabetes tipo 2

Aunque los refrescos dietéticos no contienen calorías ni carbohidratos, algunas investigaciones han encontrado que están asociados con un mayor riesgo de diabetes tipo 2. Así lo sugiere un estudio que contó con la participación de en más de 2,000 hombres mostró que beber refrescos dietéticos con regularidad estaba relacionado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 durante un período de 7 años. De manera similar, un estudio en 61,400 mujeres mostró que el consumo regular de edulcorantes artificiales estaba relacionado con un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a largo plazo. Otra referencia que es bastante significativa, comprobó que un alto consumo de endulcorantes artificiales aumenta la probabilidad de desarrollar resistencia a la insulina. Como dato al margen: el sello distintivo de la diabetes tipo 2, es la resistencia a la insulina es una afección en la que la capacidad del cuerpo para utilizar la insulina para transportar el azúcar desde el torrente sanguíneo a las células de manera eficiente se ve afectada, lo que conduce a un aumento de los niveles de azúcar en sangre.

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