Los ricos y las corporaciones deben pagar una “parte justa” de impuestos, dijo el Presidente estadounidense, Barack Obama, al presentar un plan de recorte del déficit público por 3 billones de dólares en diez años.
“Si vamos a hacer recortes de gastos (…), entonces es justo que le pidamos a todos que paguen una parte justa” de los impuestos, afirmó Obama en un discurso donde propuso la recaudación de 1.500 billones de dólares en gravámenes nuevos, enfocados principalmente en los más acaudalados.
“No podemos costear estas bajas tasas especiales para los ricos. No podemos costearlas cuando enfrentamos estos grandes déficits”, añadió el Mandatario, que busca terminar con los recortes de tributos para las familias de mayores ingresos, que fueron aprobados por su antecesor republicano George W. Bush. Precisamente, el discurso de Obama es el preludio de un duro enfrentamiento con los republicanos poco antes de que se lance a pleno la carrera electoral para 2012.
“Esto no es guerra de clases, es matemática”, recalcó Obama, argumentando que sin aumentos de gravámenes para aquellos que pueden pagarlos, el déficit podría no ser disminuido jamás. “Cualquier plan de reforma tiene que aumentar los ingresos (del Estado federal) para ayudar a reducir nuestro déficit. Esto debe ser parte de la fórmula”, explicó el Mandatario, haciendo ver además que “los contribuyentes de clase media no deberían pagar impuestos más altos que los millonarios y billonarios”. Igualar los niveles de tasación, aseguró, “es muy honesto” y “es difícil argumentar contra esto”.
La propuesta de Obama golpearía principalmente a los contribuyentes de más ingresos, pero también reduciría en 580.000 millones de dólares el gasto en programas obligatorios de apoyo social, incluyendo el Medicare (de atención médica a los jubilados) y el Medicaid (que proporciona apoyo de salud a los pobres). Además, toma en cuenta ahorros de un billón de dólares a lo largo de diez años a consecuencia del retiro de tropas en Irak y Afganistán. Obama se comprometió a vetar cualquier plan de reducción del déficit que recorte prestaciones a los que tienen derecho al Medicare, pero que no contenga aumentos en la recaudación.