El papa Francisco y el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, se reunieron en el Vaticano durante 50 minutos y después pasaron a los saludos y la entrega de regalos.
La reunión duró, por tanto, más de la media hora habitual en las conversaciones del pontífice con los jefes de Estado y Gobierno que le visitan.
Al final de los intercambios de obsequios, Obama y Francisco se saludaron con un largo apretón de manos, aunque el papa siempre mantuvo un semblante serio.
La reunión había comenzado a las 10:30 hora italiana, cuando el primer papa latinoamericano recibió a Obama en la Sala del Tronetto, anexa a la biblioteca.
Ambos posaron unos instantes ante los fotógrafos y después pasaron a la biblioteca privada, donde se sentaron uno frente a otro delante de un escritorio y el papa le dijo en inglés: “Bienvenido, señor presidente”.
Tras algunos minutos, se invitó a periodistas y fotógrafos a abandonar la sala y comenzó la reunión privada con la ayuda de dos intérpretes.
Mientras, la amplia delegación estadounidense, en la que figura Kerry, estuvo acompañada por el prefecto de la Casa Pontificia, el arzobispo Georg Ganswein, y fue posteriormente invitada a entrar en la biblioteca para la entrega de regalos y los saludos.
Como al resto de mandatarios, Jorge Bergoglio regaló a Obama su primera exhortación apostólica, “Evangelii Gaudium” (La alegría del Evangelio), publicada el pasado 26 de noviembre, y un medallón artístico que representa al “Ángel de la Paz”, como el mismo papa explicó a Obama.
También Francisco entregó a Obama una colección de monedas de su pontificado, que se cayeron cuando eran mostradas al presidente de Estados Unidos, lo que provocó la risa de ambos.
Tras su visita al Vaticano Obama tiene previsto almorzar con el jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, y entrevistarse después con el presidente del Gobierno, Matteo Renzi.
A las 5 de la tarde hora italiana, Obama visitará el Coliseo de Roma, que ha permanecido cerrado durante toda la jornada por motivos de seguridad. (BBC Mundo)