Los gobernadores de Nueva York y Florida intentaron acelerar el despliegue más lento de lo esperado de las vacunas contra el coronavirus advirtiendo a los hospitales el lunes que reducirían las asignaciones futuras a aquellos que no las dispensen con la suficiente rapidez.
Sur Florida / Reuters
En Nueva York, los hospitales deben administrar las vacunas en el plazo de una semana después de recibirlas o se enfrentarán a una multa y a la pérdida de futuros suministros, dijo el gobernador Andrew Cuomo, horas antes de anunciar el primer caso conocido en el estado de una nueva variante de coronavirus más infecciosa, la que se detectó por primera vez en Gran Bretaña.
“No quiero la vacuna en una nevera o en un congelador, la quiero en el brazo de alguien”, dijo el gobernador. “Si no están realizando esta función, plantea dudas sobre la eficiencia operativa del hospital”.
El posterior anuncio de Cuomo de que la nueva variante más contagiosa conocida como B.1.1.7 había sido encontrada en Nueva York dio una nueva urgencia a los esfuerzos del estado para acelerar las vacunaciones.
La variante, que también se ha documentado en los estados de Florida, Colorado y California, se detectó en un hombre de unos 60 años que vivía en una ciudad al norte de Albany y que no había viajado recientemente, lo que sugiere que se está produciendo una propagación comunitaria.
El gobierno federal de Estados Unidos ha distribuido más de 15 millones de dosis de vacunas a los estados y territorios de todo el país, pero hasta ahora sólo se han administrado alrededor de 4,5 millones, según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos publicados el lunes.
El gobierno de Estados Unidos se ha quedado muy corto en su objetivo de vacunar a 20 millones de personas para finales de 2020. Los funcionarios dijeron que esperan que el despliegue se recupere significativamente este mes.
Estados Unidos ha reportado un total de 20,5 millones de casos de COVID-19 y 351.480 muertes hasta la medianoche del domingo. En un promedio de siete días, se reportan 2.636 muertes diarias por el virus.
Reporte de Jonathan Allen, Carl O’Donnell, Rebecca Spaulding y Peter Szekely en Nueva York; Reporte adicional de Barbara Goldberg, Anurag Maan, Doina Chiacu, Brad Brooks y Susan Heavey; Editado en español por Javier López de Lérida