El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, dijo el viernes que entiende “al 100% la situación en la que están los restaurantes” y por ello ha ampliado la fecha límite para presentar los impuestos de ventas que en principio se deben presentar el lunes 21 de diciembre.
Sur Florida / Diario de NY
El estado va a eximir del pago de sanciones e intereses que normalmente penalizan la presentación tardía de estos tributos.
“Entiendo la presión a la que están sometidos y espero que desde Washington se dé alivio a los restaurantes”, explicó Cuomo.
El sector está de hecho ante una intensa presión que se ha incrementado con el reciente cierre del servicio dentro de los locales, un servicio que ya estaba limitado al 25% del aforo. El frío y la nieve de los últimos días complican las actividades en el exterior, de los restaurantes que las tienen. El aumento de los contagios de COVID, las hospitalizaciones y los fallecimientos están también perjudicando la demanda.
La recaudación de los impuestos de ventas están un 6.7 % por debajo de lo que estaban hace un año, según informó ayer el contralor del estado, Thomas DiNapoli, algo que refleja en las arcas públicas la fuerte rebaja de la actividad.
Y desde los restaurantes no se hace más que presionar para que en Washington se apruebe el Restaurants Act, una propuesta de ayuda para la estabilización de establecimientos de comidas independientes con apoyo valorado en $120,000 millones. Esta ayuda quedó aprobada por los demócratas es su propuesta de mayo para un segundo alivio fiscal pero está por ver que se incluya en el paquete que tienen ante si los senadores en este momento.
Presupuestos
De la aprobación de este alivio fiscal, que se negocia cuando se está llegando a muchas situaciones límite por parte de los contribuyentes, depende también lo que pase en el estado. Cuomo dijo ayer que quiere retrasar la preparación del presupuesto del estado a abril para incorporar la ayuda o transferencia de fondos federales que antes o después llegue desde Washington al estado y los municipios.
El Gobernador explicó que el déficit del estado ronda los $15,000 millones y las propuestas de subir los impuestos en $1,500 millones o $2,000 no elimina la obligación de tener que reducir el déficit con recortes de gastos de unos $13,000 millones. “No podemos hacerlo”, explicaba el gobernador manifestando su optimismo con respecto a la posibilidad de que lleguen fondos de Washington para aliviar el déficit.
