Giorgio Rapicavoli se detuvo en uno de los extremos de la cuadra que es hogar de su nuevo restaurante italiano, y contó todos los otros restaurantes.
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Las opciones culinarias para cualquiera que camine por la renovada Giralda Plaza —que antes se llamaba Giralda Avenue— satisfacen el apetito más exigente: comida tailandesa, vietnamita, mexicana, hamburguesas, pizza, dos cafeterías y un bar de deportes, junto al nuevo restaurante italiano de Rapicavoli, Luca Osteria.
Durante años, Giralda Avenue se conocía como la Cuadra de Restaurantes de Coral Gables. Sin embargo, tras un ambicioso proyecto de renovación a un costo de $24 millones que cerró la cuadra entera y lo convirtió en una plaza para peatones, la cuadra tuvo dificultades para poder hallar su identidad y, algo aun más importante, convertirse en un destino de comidas.
Entonces, el coronavirus atacó.
Cuando se supo que el virus se propagaba de persona a persona más fácil dentro de restaurantes, cenar al aire libre de repente se convirtió muy importante para los negocios.
Bienvenidos a Giralda Plaza.
UNA GALERÍA DE RESTAURANTES AL AIRE LIBRE
Bajo las palmeras, los restaurantes sacaron las mesas al aire libre. Los paraguas formaron un espectacular toldo en el centro de la plaza. Los restaurantes que abrían solo por la noche compartían las mesas con los cafés que abrían durante el día, y viceversa.
Las instalaciones de arte, como el Cielo de Paraguas, hicieron que el espacio se volviera una galería de arte.
“Es realmente muy agradable. Todo el mundo trabaja junto para ayudarse entre sí”, dijo Nick Sharp, dueño del Threefold Café, que solo abre por el día, y le presta sus mesas a otros negocios por las noches.
La plaza se ha convertido en una suerte de galería al aire libres de sitios para comer, donde los visitantes caminan y recorren entre un local y otro, desde cafés como Pasión del Cielo o Threefold hasta restaurantes como The Local o Miss Saigon.
Los visitantes podrían terminar la velada con una copa en The Bar o, dentro de poco, un nuevo bar en la azotea que planea inaugurar el empresario de Kendall Jorgie Ramos, dueño de Barley y Abi Maria Bar. Su nuevo sitio, Cebada, tiene fijado inaugurarse en la azotea del viejo edificio de Scientology, que ha sido remozado para albergar varios espacios para restaurantes y tiendas.
“Me encanta la energía que derrocha Giralda. Me recuerda a la Lincoln Road de hace años”, dijo Rapicavoli, que nació en Westchester. “La calle está viva”.
Si ha habido una historia de veras exitosa en medio de la epidemia del COVID para la industria gastronómica, Giralda Plaza es el mejor ejemplo.
“Tal vez Coral Gables necesitaba un poco de sangre nueva”, dijo Jose “Pepe” Ortega, que compró y urbanizó el histórico edificio de Scientology con su socio y cuñado, Marc Schwarzberg.
Muchos habían pronosticado que el proyecto, que terminó en 2017, convertiría instantáneamente a Giralda en un destino gastronómico, pero eso no ocurrió, dijo Sharp. Durante el tiempo que duró la construcción, su negocio se vino abajo, y los comensales dejaron de pensar en Giralda como un lugar al que había que visitar, dijo Sharp.
Los restaurantes abrieron y cerraron en apenas seis meses, recordó Sharp. Y el cercano La Dorada restaurante, un sitio tradicional en la cuadra durante años, terminó cerrando en 2020.
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