Parece algo para celebrar: pequeñas empresas colocando carteles ofreciendo empleo en momentos en que la economía estadounidense se encamina a la normalidad, luego de verse castigada por el coronavirus. Pero los negocios están pasando trabajos para cubrir las vacantes, lo que a su vez afecta su capacidad para satisfacer la demanda por sus productos o servicios.
Sur Florida / SunSentinel
Los dueños dicen que algunos postulantes temen contraer el coronavirus o prefieren vivir de las prestaciones por desempleo, que son significativamente más elevadas durante la pandemia. El cuidado infantil es otro asunto: los padres no pueden trabajar cuando tienen que cuidar o educar en casa a sus hijos.
Cuando Steve Klatt y Brandon Lapp organizan entrevistas para su negocio de restaurante y camión de comidas, tienen suerte si uno de 10 o 15 solicitantes se presenta.
“La personas que se presentan asumen que sus prestaciones por desempleo se están agotando”, dice Klatt, cuyo negocio, Braised in the South, está ubicado en Johns Island, Carolina del Sur. El subsidio semanal por desempleo en el estado es de 625 dólares, incluyendo 300 dólares de ayuda federal por el virus. En algunos estados, el pago supera incluso los 700 dólares semanales.
Klatt y Lapp necesitan 20 personas para operar el negocio a capacidad, pero solamente tienen cinco trabajadores. Antiguos chefs, los dueños y sus esposas están trabajando en la cocina y el camión para que las cosas se mantengan funcionando. Recientemente decidieron reducir el horario del domingo y cerrar los lunes, para que todo el mundo pudiese descansar.
“El golpe a los ingresos será notable, pero no vale la pena agotar a las pocas personas buenas que tenemos trabajando para nosotros”, dijo Klatt.
Negocios de todos tamaños están batallando con las contrataciones pese a que hay casi 10 millones de desempleados y en momentos en que más y más personas son vacunadas y contemplan una vida más normal. Pero las compañías pequeñas, que a menudo no pueden ofrecer paga y prestaciones de la misma magnitud que las compañías mayores, pasan más dificultades. Un sondeo interno de la Federación Nacional de Negocios Independientes, que agrupa a compañías pequeñas, concluyó en marzo que 42% de sus miembros tenían vacantes que no podían cubrir. Los dueños mencionaron la elevación de los pagos por desempleo como una de las razones.
“La escasez de talento no es algo nuevo para los negocios pequeños, pero las circunstancias de esa escasez son completamente diferentes”, dice Jill Champan, consultora para Insperity, un proveedor de recursos humanos.
Las compañías cuyos trabajos son realizados dentro viviendas —como plomeros, contratistas y fumigación— encuentran que muchos prospectos temen contraer el virus en el trabajo. Mientras tanto, la demanda por sus servicios es grande debido a los efectos causados por las personas quedándose más tempo en casa.
En el negocio de plomería de Jake Romano en Ottawa, Ontario, los postulantes prefieren el servicio comercial en lugar de tener que visitar entre cinco y 10 casas por día. E incluso cuando Romano encuentra un buen prospecto para su compañía John the Plumber a menudo se decepciona.
“Teníamos a un candidato muy bueno, al que encontré en Facebook. Él acordó trabajar con nosotros, todo parecía bien. Yo estaba entusiasmado, muy entusiasmado. Entonces ¡bam! Cambió de parecer”, dice Romano, que busca a dos plomeros licenciados para añadir a su personal actual de 10.
El economista Joe Brusuelas dice que el cuidado infantil es otro tema que podría acarrear problemas a los dueños de negocios para encontrar empleados.
“Hasta que las escuelas sean reabiertas y se normalicen las vías de cuidaos infantiles, las firmas pequeñas en general, además de las de alimentos, bebidas, esparcimiento y hotelería en particular, van a enfrentar problemas duros para contrataciones hasta al menos el final del otoño”, dice Brusuelas, de la firma consultora RSM.
El cuidado infantil es una razón por la que el número de trabajadores disponibles se ha reducido tan drásticamente en Let Mommy Sleep, que contrata a enfermeros y asistentes de salud para proveer cuidados en casa para bebés y darles un respiro a las nuevas madres. La fundadora Denise Stern dice que algunos de sus empleados quieren trabajar de noche y dormir durante el día, pero tienen que cuidar de sus propios hijos, por lo que no es posible.
Stern está maniatada también por preocupaciones por el virus.
“No podemos contratar a candidatos con segundos empleos en los que pudieran estar expuestos y, honestamente, muchos candidatos no quieren trabajar en ambientes interiores en los que sabemos ocurren transmisiones”, dice Stern.
Stern ha tenido que rechazar pedidos de servicios, al igual que lo han hecho los dueños de las siete franquicias de Let Mommy Sleep en todo el país. Stern, que trabaja en el área de Washington, dice que sus ingresos han caído a la mitad.
Los ingresos han bajado 30% en Filter King, una compañía de filtros de aire con sede en Miami. La demanda de estos productos aumentó porque la gente pasa más tiempo en casa y utiliza más el aire acondicionado. Pero los dueños Mike Jacob y Rick Hoskins necesitan duplicar su personal para mantener el ritmo de los pedidos.
“Los pagos por desempleo continúan y es difícil conseguir que la gente se levante del sofá y vaya a trabajar al almacén”, dijo Jacob.
Pero incluso cuando las personas están dispuestas a trabajar, Filter King está en desventaja comparado con compañías que pueden pagar más, dice. Jacob ha perdido empleados y candidatos que se van a un competidor financiado por una firma de inversiones.
Stonehedge Farms, un productor de palomitas de maíz en Dover, Pensilvania, elevó su paga por hora de 12 a 13,50 dólares con esperanzas de atraer más trabajadores, pero los copropietaios Shannon y Anthony Tsonis no han podido conseguir suficiente personal para cubrir los dos turnos de la fábrica. Tienen 30 empleados y necesitan otros 10. Los Tsonis y sus trabajadores de oficina han tenido que cubrir turnos en la fábrica.
Antes de la pandemia, los Tsonis podían contar con que uno de cada tres aspirantes se presentase a las entrevistas. Ahora, es uno de cada 10.
“Eso me hace pensar que simplemente están presentando sus solicitudes para satisfacer los requerimientos de los pagos por desempleo, lo que es exasperante porque necesitamos personal y es frustrante porque es un desperdicio de tiempo y recursos para reclutamiento” dijo Tsonis.
Seven Sisters Scones, una pastelería y cafetería en Johns Creek, Georgia, ha pasado trabajos para encontrar empleados no solamente por las prestaciones por desempleo, sino porque los padres necesitan estar en casa con sus hijos, dice una de las dueñas, Hala Haider. La pastelería tiene 15 empleados y necesita cuatro más.
Debido a la escasez, Seven Sisters Scones no puede hacer entregas y acudirá a menos mercados campesinos que lo usual este verano. Haider y su codueña, su hermana Farrah, han rechazado oportunidades de nuevos negocios. Pero no piensan reducir su presencia en internet porque esto les permiten servir a clientes en todo el país.