7 de julio de 2024 10:47 AM

Muertes por calor en hogares de ancianos aumentaron tras huracán Irma

Si bien el estado de Florida adoptó una ley que ordena contar con generadores de energía de respaldo, en caso de cortes eléctricos, un estudio reciente mostró que los apagones ocasionados por el huracán Irma en 2017 desataron un aumento en las tasas de mortalidad por calor en los hogares de ancianos en Florida.

Sur Florida / Diario las Américas

Una investigación publicada por el JAMA Health Forum permite conocer un incremento del 25% en las muertes en los centros de ancianos una semana después de que Irma tocó las costas de Florida, el 10 de septiembre de 2017, y asimismo una subida del 10% en las tasas de mortalidad en esos sitios 30 días después del paso del ciclón.

De acuerdo con el informe, alrededor de 28.000 residentes de centros para la tercera edad, entre los 65 años y más, se encontraban en ese tipo de instituciones cuando se quedaron sin energía eléctrica como consecuencia del meteoro.

La coautora del estudio y profesora de la Escuela de Estudios sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Florida, Lindsay Peterson, comentó que “las muertes se debieron principalmente a la exposición al calor”, debido a que los hogares de ancianos no tenían electricidad para hacer funcionar el aire acondicionado y tampoco contaban con generadores de emergencia.

“Se necesita una gran cantidad de energía cuando estás en un lugar grande para mantener en funcionamiento un sistema de aire acondicionado. Ahora, algunos lugares tenían eso; era realmente interesante que algunos hogares de ancianos estuvieran muy por delante de la curva en esto; [sin embargo] algunos no lo estaban”, explicó Peterson.

A raíz del problema, Florida instituyó reglas obligatorias de emergencia. Hoy, el 98.6% de los hogares de ancianos del estado tienen planes de contingencia con plantas eléctricas de respaldo que cumplen con los requisitos estatales, según información oficial.

Peterson dilucidó que sin aire acondicionado u otros medios de enfriamiento las temperaturas dentro de los centros de ancianos aumentaron a “niveles peligrosamente altos”, lo que llevó a un aumento de la temperatura corporal en los residentes.

La investigación hizo referencia a un incidente acaecido en un centro de rehabilitación en Hollywood Hills, un hogar de ancianos situado cerca de Miami, donde 12 residentes murieron en los días posteriores a Irma, como producto de que fallara el sistema de aire acondicionado.

La emergencia en esa institución obligó a las autoridades a evacuar a más de 150 residentes debido a las condiciones internas. Finalmente, el estado revocó la licencia de funcionamiento de ese centro.

Las nuevas reglas adoptadas en Florida establecen que los hogares de ancianos y las instalaciones de vida asistida deben tener capacidad para mantener la temperatura interior a un nivel por debajo de 81 grados durante al menos 96 horas después de un corte de energía.

“Hay un grado mucho mayor de atención a esto y a la seguridad. Si llegara un huracán, no creo que veamos el mismo nivel de mortalidad”, dijo Peterson.

La organización sin ánimo de lucro independiente American Association of Retired Persons (AARP) emitió una declaración en respuesta al estudio en la que afirma que “a raíz del huracán Irma en 2017, mucha atención se centró en las impactantes muertes de residentes dentro del Centro de Rehabilitación en Hollywood Hills”.

Y dijo también: “Si bien esta trágica noticia merecía nuestro enfoque y, en ese momento, fue el catalizador de importantes cambios en la política de atención a largo plazo bajo el gobernador Rick Scott, ahora sabemos que fue solo un ejemplo de una crisis mucho más grande que se desarrolló en los hogares de ancianos de Florida”.

Después de Irma, la AARP apoyó la legislación en Florida que requiere que las instalaciones de enfermería especializada para ancianos y de vida asistida tengan fuentes de energía de emergencia que duren al menos 96 horas durante las tormentas.

Según esa asociación, las “trágicas revelaciones” de este nuevo informe, sin embargo, “subrayan la necesidad de estándares más altos, mayor transparencia y responsabilidad en la industria de los hogares de ancianos”.

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