Un miliciano que participó en el asalto al Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero se ha declarado culpable y cooperará con los investigadores contra sus camaradas extremistas, en una nueva victoria para el Departamento de Justicia en el juicio por conspiración derivado del ataque.
SurFlorida. / AP
Jason Dolan, de 45 años, es el cuarto miembro de la milicia ultraderechista Oath Keepers que se declara culpable de conspiración por sus actos en el asalto al Capitolio.
El exmarine de Wellington, Florida, ha aceptado cooperar y declarar como testigo de cargo ante los jurados de instrucción y en los juicios.
Oath Keepers es una milicia que recluta a miembros de las fuerzas armadas, la policía y los cuerpos de rescate, en retiro o en actividad.
Las autoridades en Washington están tomando medidas preventivas contra posibles hechos de violencia durante un acto convocado para el sábado en defensa de la turba de seguidores del expresidente Donald Trump que asaltó el Capitolio el 6 de enero.
La policía ha recibido informes de que los miembros de los Oath Keepers y otros grupos extremistas como los Proud Boys piensan asistir al acto, aunque el líder de los Proud Boys, Enrique Tarrio, dice que no prevé que sus miembros se hagan presentes.
El cuerpo de seguridad del Congreso aprobó la reinstalación de una valla temporaria de seguridad en torno del Capitolio. La policía se prepara para eventuales choques violentos y la posibilidad de que algunos manifestantes arriben con armas, de acuerdo con tres personas al tanto de los preparativos.
Arrestado en mayo, Dolan es uno de 20 miembros o simpatizantes de los Oath Keepers acusados de conspirar para impedir la certificación de la victoria de Joe Biden en la elección presidencial del año pasado.
Dolan se declaró culpable de conspiración y obstrucción de un proceso oficial. El juez dijo que las normas federales requieren una condena de entre cinco y seis años y medio de prisión. Se envió por email un pedido de declaraciones al abogado de Dolan para conocer sus comentarios.
Los milicianos Oath Keepers y Proud Boys constituyen apenas un pequeño sector de las más de 600 personas acusadas de crímenes federales, pero enfrentan las acusaciones más graves, como la de que intentaron impedir la certificación del voto del Colegio Electoral.
