«La clausura definitiva del depósito, denominado Bordo Poniente, contribuirá de manera significativa a reducir dos millones de toneladas dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero (GEI)», señala el alcalde ddas diarias en Ciudad de México, una de las urbes más pobladas del mundo. La capital mexicana genera el 1,5% de los gases de efecto invernadero en el país.
En 2008, las autoridades locales y federales firmaron un compromiso ambiental para contribuir a la reducción de contaminantes del aire: Plan de Acción Climática para el aprovechamiento de residuos del lugar.
El alcalde ha explicado que los desechos orgánicos han permitido desarrollar un proyecto de producción de compost para abono en calles y parques, incluso para áreas agrícolas de la zona metropolitana. Durante los últimos tres años han ido llegando 2.800 toneladas diarias de basura menos a Bordo Poniente.
Energía para las cementeras
El resto de la basura inorgánica se trasladó a una planta en el barrio de San Juan de Aragón, para separar la de valor calórico de la que no lo posee, y destinar la primera a la industria del cemento.
En 2012 la Ciudad de México invertirá en equipo tecnológico para poner en práctica un proyecto de captura del biogás para la generación de electricidad.
De la reducción de gases que generen ambas medidas, se podrán obtener también recursos mediante la venta de bonos de carbono, comenta Ebrard.
Otra de las medidas contempladas por la capital mexicana consiste en desarrollar una nueva planta de procesamiento de cascajo y desechos de construcción.