23 de diciembre de 2024 7:29 AM

Mayores de 65, otra vez en el ojo del covid-19 en Miami

El doctor Alfredo Melgar, director y médico visitante de 26 instituciones para el cuidado de ancianos en Miami-Dade, afirma que entre cinco y seis casos de contagio se registran por semana en esos centros

SurFlorida / Diario las Americas

Durante los primeros meses de la pandemia de coronavirus, las casas de cuidado para la tercera edad en Florida fueron impactadas en gran medida, con elevadas cifras de contagios, hospitalizaciones y muertes que condujeron a las autoridades a adoptar medidas de choque frente al avance del enfermedad. Hoy ese panorama nefasto podría estar reviviéndose si no se ejercen las acciones necesarias.

El martes 31 de marzo de 2020, el entonces alcalde de Miami-Dade Carlos Giménez ordenó el cierre de esos sitios a visitantes y en octubre pasado se flexibilizaron las restricciones de acceso, mientras a partir de marzo residentes y personas de paso en esos centros pudieron recibir de nuevo a sus familiares y allegados, con algunas limitaciones.

Hace menos de dos meses, cuando se creía que la pandemia estaba más controlada, gracias a los planes de vacunación puestos en marcha en todo el país, las estadísticas en Florida comenzaron a mostrar un preocupante incremento.

Como consecuencia de una nueva ola del virus, agudizada por la variante delta, tan contagiosa como la varicela, una vez más se han visto largas filas en los puntos de pruebas y vacunación, y los hospitales comenzaron a llenarse de personas contagiadas con el virus. Asimismo, los hogares de personas mayores han vuelto a estar en el ojo del COVID.

El doctor Alfredo Melgar, director y médico visitante de 26 instituciones para el cuidado de ancianos en Miami-Dade, reveló a DIARIO LAS AMÉRICAS que durante el nuevo pico del coronavirus se registran entre cinco y seis casos positivos por semana en los asilos del condado.

“Estos centros se están infectando otra vez. En uno tuvieron 12 pacientes positivos en una semana porque llegó un residente infectado del hospital y contagió a los demás”, aseguró.

Para Melgar, especialista en Medicina Interna, esto se debe a tres factores principales: personal de la salud aún sin vacuna, falta de pruebas a pacientes que entran y salen de los centros y pacientes que asisten a hospitales a consultas o tratamientos como diálisis sin la protección requerida.

“Se ha fallado también por exceso de confianza. Los asilos de ancianos y casas de vida asistida no son parte independiente de la sociedad. Cuando aumenta la ola de contagios en general, estos lugares no están cerrados herméticamente”, explicó.

Además, en opinión del doctor Melgar, se estaría incurriendo en una “práctica indebida” con los pases que por cuatro o seis horas se otorgan a algunos residentes que visitan a sus familiares o allegados, sin utilizar mascarillas o practicar el recomendado distanciamiento social.

Algunas instalaciones de atención a largo plazo en Tampa Bay, por ejemplo, están limitando las visitas a medida que aumenta el número de casos de coronavirus en el estado, triplicándose en las últimas dos semanas a un promedio de hasta 20.000 nuevos casos diarios.

Agregó el especialista que “los hospitales eran más rigurosos y los pacientes que salían tenían que presentar dos pruebas negativas. Todo eso se flexibilizó y volvimos atrás”.

Baja vacunación

A nivel nacional, solo un poco más de la mitad de los trabajadores de hogares de ancianos están vacunados. En el caso de Florida, el sureño estado del país es el segundo peor ubicado en esa métrica, según la Asociación Americana de Personas Jubiladas (AARP).

“Estas son personas que trabajan con la población más vulnerable. Incluso si las personas en los lugares de cuidado están vacunadas, corren mayor riesgo de tener malos resultados si ocurre un caso importante en sus instalaciones”, dijo Jeff Johnson, director de AARP en Florida.

Aunque la mayoría de los residentes de hogares de ancianos de Florida están vacunados, solo el 44% de los miembros del personal de estos establecimientos ha sido vacunados según cifras con corte del 11 de julio, una tasa que está por detrás de todos los estados excepto Luisiana.

Mucho más de un año después del comienzo de la pandemia, Johnson sigue preocupado por las tasas de vacunación.

“A pesar de que las vacunas se llevaron a las instalaciones a principios de año, porque fueron los primeros en la fila, me parece irresponsable y realmente peligroso tener personal de un asilo de ancianos sin vacunarse, y parece que las administraciones en algunas instalaciones no están promoviendo las vacunas”, dijo.

Florida no requiere que los trabajadores en centros de atención a largo plazo estén vacunados. Sin embargo, los Centros para el Control de Enfermedades (CDC) exigen que los asilos de ancianos en Florida informen las tasas de vacunación del personal y los residentes.

Falta de personal

Otro de los desafíos que enfrentan los centros para ancianos en Florida es la falta de personal, una situación que se disparó con la pandemia tras la necesidad de aislarse socialmente en los momentos más agudos de la crisis sanitaria.

Una encuesta de Florida Health Care Association (FHCH), implementada en 310 hogares de ancianos y 23 centros de vida asistida en todo el estado, mostró que el 92% de esos lugares enfrenta problemas de empleomanía en medio del aumento actual de COVID-19.

El estudio también dejó ver que alrededor de nueve de cada 10 instalaciones adscritas a FHCA presentan problemas en su fuerza laboral desde 2020.

La escasez de personal ha llevado al 92% de los hogares de ancianos a utilizar trabajadores temporales y otros recursos para satisfacer sus necesidades.

“Estos resultados de la encuesta dejan en claro que la fuerza laboral de sitios de cuidados a largo plazo en Florida se enfrenta a serios desafíos”, dijo en un comunicado el director ejecutivo de FHCA, Emmett Reed.

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