El departamento del sheriff del condado de Los Ángeles ha confirmado este jueves que la oficina de víctimas especiales está investigando las acusaciones de violencia doméstica en las que se ha visto involucrado Brian Warner, como se llama realmente el músico Marilyn Manson, centrándose en los sucesos que habrían tenido lugar entre 2009 y 2011, cuando él residía en la zona de West Hollywood.
Sur Florida / eldiariony
Este período de tiempo coincide con los años que la estrella del rock compartió con la actriz Evan Rachel Wood, que el pasado mes de enero publicó un comunicado en Instagram identificando a su exprometido como la persona que había abusado supuestamente de ella, le había lavado el cerebro aprovechándose de su juventud y le había causado un estrés postraumático con el que aún sigue lidiando a día de hoy.
Aunque la protagonista de ‘Westworld’ había hablado en el pasado de los malos tratos que había sufrido en el marco de una relación sentimental, y a los que hizo referencia durante su comparecencia en el Congreso de los Estados Unidos para reclamar más protección para las víctimas de violencia doméstica y sexual, hasta entonces nunca había desvelado ningún nombre.
Su testimonio provocó que media docena de mujeres -desde una antigua asistente personal a varias exparejas- rompieran su silencio para sumarse a sus acusaciones y retratar a Manson como un hombre manipulador y muy peligroso. El artista, por su parte, se ha defendido alegando que todas sus relaciones y encuentros sexuales han sido siempre consentidos por mucho que a lo largo de los años él haya construido una imagen pública muy controvertida.
Apenas unos días después de que Wood compartiera la publicación que provocó eventualmente el despido del cantante de su discográfica y de dos series de televisión, la policía acudió a su mansión de Hollywood tras recibir una llamada informando de un ‘incidente sospechoso’ en su propiedad y ser incapaces de ponerse en contacto con él. Aunque Manson no salió a hablar con los agentes que se presentaron en su puerta para comprobar si se encontraba bien, su agente les aseguró que no había de qué preocuparse.
