Con la humildad de un grande, el panameño Mariano Rivera, en el centro del montículo, solo y sonriendo, recibió la ovación de pie de unos 40 mil 45 fanáticos presentes en el Yankee Stadium, quienes deliraron ante la marca de 602 salvamentos en su carrera, alcanzado por ‘Mo’ en la victoria 6-4 de los Yanquis de Nueva York ante los Mellizos de Minnesota.
‘Por primera vez en mi carrera, estuve en el montículo solo’, manifestó Rivera después en declaraciones a la prensa, con sus tres hijos a su lado.
‘No había nadie detrás ni delante de mí, y rodeado de tanta gente. No puedo describir esa sensación. No tiene precio. Fue un momento que no pensé que fuera así. Estaba dando gracias a Dios’, dijo.
Sin sudar mucho, el célebre lanzador salió a tirar la novena entrada, retirando en orden a Trevor Plouffe, Michael Cuddyer y Chris Parmelee.
Con ese rescate, ‘Mo’ se convierte en el mejor cerrador de todos los tiempos en las Grandes Ligas, superando al retirado Trevor Hoffman, quien registra 601.
Un récord que no le roba la calma y muchos menos la sencillez, por eso se resiste a sentirse como lo que es: simplemente el mejor
‘Jamás podría decir semejante cosa, ya me conocen’, mencionó Rivera a AP.
‘Lo único que puedo decir es darle gracias a Dios por mis compañeros. Ellos me dieron la oportunidad’, agregó.
Hoy, todo Panamá y Latinoamerica celebra la hazaña de un hombre que nació para hacer historia: Mariano Rivera.