La peligrosa ‘marea roja’, que acabó con la vida de cientos de miles de peces, prácticamente paralizó la industria del turismo y produjo problemas respiratorios, se desplaza a lo largo de la costa sudoccidental de Florida, ya se percibe en las cercanías de Los Cayos.
Sur Florida / diariolasamericas
Hace tres semanas, grupos ambientalistas en Florida pidieron al gobernador Ron DeSantis declarar el estado de emergencia en ciertas zonas del estado, cuando se anticipaba un creciente brote de algas tóxicas en el lago Okeechobee y el Golfo de México.
Y hace apenas tres días la autoridad de Sanidad emitió una advertencia sanitaria en la zona de Tampa, luego de encontrar proliferación de las minúsculas algas tóxicas y algunos peces muertos, lo que disparó la atención en el sur de la península.
Acorde al nuevo informe, emitido por Florida Fish and Wildlife Conservation, la marea roja se extiende hoy desde el condado Pinellas, donde se encuentra St. Petersburg, causando la muerte de peces y afecciones respiratorias a los vecinos de la zona.
Durante la semana pasada, se detectaron además floraciones de estas algas tóxicas en los condados de Hillsborough, Manatee, Lee y Collier, donde se encuentran las localidades de Tampa, Bradenton, Ft. Myers y Naples.
En la mayoría de esos condados, excepto Hillsborough, se reporta la presencia de peces muertos.
Incluso en la costa continental del condado Monroe, cerca del lado noroccidental de Los Cayos de Florida, se perciben pequeñas concentraciones de las algas tóxicas.
En Miami Beach, donde las algas tienen otro origen, relacionado con las corrientes del océano Atlántico, grandes manchas de la planta acuática vuelven a inundar la playa.
“Creo que la marea roja va a estar aquí con nosotros todos los veranos”, opinó Rafael Ríos a CNN, pescador en la zona de St. Petersburg por 30 años.
“Hay años que vemos menos. Otros que vemos mucho más”, acentuó.