La enfermedad de Parkinson es una condición progresiva del sistema nervioso que afecta el movimiento y suele deteriorar la calidad de vida gradualmente. Deteriora el movimiento corporal y empeora progresivamente con el tiempo, a menudo comienza con un temblor apenas perceptible en una de las manos, que es la señal más común. Aunque también suele incluir disminución del movimiento y rigidez muscular, cambios en el equilibrio, alteraciones en el habla y la escritura. Un dato bastante interesante es que se ha comprobado que el Parkinson está estrechamente relacionado con la falta de células de dopamina en el cuerpo, con base en ello los investigadores y expertos en medicina se han enfocado en encontrar nuevas formas de aumentar la dopamina de forma natural a través de la dieta.
Sur Florida / eldiariony
Actualmente no se conocen curas para la enfermedad de Parkinson, pero existen medicamentos y acciones cotidianas que pueden mejorar los síntomas. De acuerdo con los expertos de reconocidas organizaciones de salud a nivel mundial, aunque como tal no existe una dieta específica; se han establecido algunas medidas dietéticas fundamentales a considerar. Entre las que se destaca el consumo de alimentos integrales, de origen 100% natural, que brillen por su contenido en fibra, proteínas, omega-3, se caracterizan por sus beneficios para aumentar de manera natural la producción de dopamina, tienen propiedades antiinflamatorias, cardio y neuroprotectoras. Con base en ello nos dimos a la tarea de recopilar las recomendaciones básicas establecidas por la Organización Mundial del Parkinson.
1. Evita las dietas de moda
En los últimos meses cada vez más personas se han mostrado interesadas en seguir dietas de moda que prometen los resultados más efectivos para potenciar la salud y pérdida de peso, sin embargo a largo plazo suelen derivarse en desequilibrios nutricionales importantes. El consejo principal para las personas con mal de Parkinson, es consumir productos naturales variados de todos los grupos de alimentos, siguiendo las pautas del programa MyPlate del Departamento de Agricultura de EE. UU., el cual promueve una sana distribución en los nutrientes que conforman un plato tradicional. Este tipo de enfoque no solo garantiza el consumo de todos los nutrientes que el cuerpo y el cerebro necesitan para funcionar bien; como es el caso de proteínas, fibra, vitaminas y minerales. Es un aspecto clave para obtener la energía que se necesita para controlar la enfermedad y disminuir los síntomas.
2. Alimentos recomendados
La investigación más reciente se centra en la importancia en el consumo de proteínas, flavonoides y probióticos, son básicos para mejorar los síntomas de la enfermedad de Parkinson. De acuerdo con información liberada por la Fundación Michael J. Fox para la investigación del Parkinson, los alimentos ricos en antioxidantes son tan importantes, tienen la capacidad de reducir el “estrés oxidativo” que agrava el Parkinson. Por fortuna los antioxidantes se encuentran en una amplia gama de alimentos de origen natural y que son fáciles de integrar en la dieta diaria: toda la familia de las nueces, frutos secos y semillas, con especial énfasis en los pistaches, anacardos, cacahuates, almendras y semillas de chía. Las legumbres como los frijoles, lentejas y garbanzos, así como los cereales de grano entero son básicos. También se encuentran en poderosas frutas: como es el caso de los frutos rojos como los arándanos, moras, fresas, granada bayas de goji y de saúco, uvas, mango, mandarinas, naranjas, kiwi. Respecto a los vegetales: tomates, pimientos, berenjenas y otras verduras solanáceas, vegetales de hoja verde como la espinaca, col rizada, acelgas y puerro. Es indispensable integrar especias medicinales de gran potencial antiinflamatorio como la raíz de cúrcuma, jengibre, canela y otras hierbas medicinales. Curiosamente estas recomendaciones se relacionan directamente con el patrón que promueve una dieta basada en plantas. Por lo tanto los expertos coinciden en que es un gran esquema a seguir, que además se asocia con otras cualidades para la salud y prevención de afecciones crónicas.
3. Limita la ingesta de azúcar y sal
Una dieta basada en un excesivo consumo de azúcar, suele derivarse en un alto consumo calórico y aporta muy pocos nutrientes. Si bien a estas alturas todo se ha dicho sobre las consecuencias de un excesivo consumo de azúcar refinada que en su mayoría es proveniente de los alimentos ultraprocesados, vale la pena mencionar que es una de las principales causas de la inflamación. Esta a su vez incrementa el riesgo de todo tipo de enfermedades crónicas, como sucede de manera específica con la obesidad, diabetes, hipertensión, enfermedades cardiovasculares y depresión. Sucede lo mismo con la sal y el sodio, son detonantes activos de la hipertensión y el deterioro cardiaco que suele complicar el cuadro de personas con Mal de Parkinson. Evita el consumo de: gaseosas, bebidas endulzadas, botanas saladas, salsas y sopas industriales, bollería, postres y golosinas.
4. Aumenta el consumo de Omega-3
Los alimentos ricos en omega-3 son una de las más fieles recomendaciones para una dieta equilibrada y saludable, además son el mejor aliado de la salud cerebral y benefician el funcionamiento del sistema digestivo. Es por ello que son el mejor aliado para contrarrestar los síntomas secundarios de la enfermedad, de manera específica con la demencia y la confusión. Apuesta por el consumo de: pescados grasos como el salmón, atún y caballa, ostras, soja, semillas de lino, frijoles, aceite de oliva, aguacate y frutos secos. Estos alimentos contienen ácidos grasos omega-3, que pueden mejorar la función cognitiva y además son poderosos antiinflamatorios. Además al elegir una dieta dieta baja en saturadas y colesterol, se disminuye el riesgo de ataque cardíaco y ciertos tipos de cáncer, cabe mencionar que las grasas saludables son clave para bajar de peso y mantenerlo.
5. Evita el consumo de alcohol
El alcohol nunca será un buen aliado de la salud y mucho menos cuando se padece alguna enfermedad crónica. Si bien disfrutar de una copa en ocasiones especiales no simboliza gran problema, es importante evitar el alcohol no solo por su alto aporte calórico, en azúcar y bajo contenido en nutrientes. Beber alcohol en exceso deteriora la salud cardiovascular, nerviosa, cerebral, emocional y causa diferentes trastornos, que complican aún más el Mal de Parkinson.
6. Come más frutas
Las frutas son ricas en una sustancia llamada farnesol, que se produce de manera natural en los productos de origen vegetal. Recientemente un estudio comprobó que un alto consumo de farnesol a través de frutas variadas, previno significativamente la pérdida de neuronas de dopamina y revirtió los déficits de comportamiento característicos del mal de Parkinson, además de prevenir el daño cerebral relacionado con la enfermedad. Esta sustancia es muy importante ya que, en el cerebro de las personas con la enfermedad de Parkinson, una acumulación de PARIS ralentiza la fabricación de la proteína protectora PGC-1 alfa. La proteína protege a las células del cerebro de las moléculas reactivas de oxígeno dañinas que se acumulan en el cerebro. Sin esta proteína protectora (PGC-1alpha), las neuronas de dopamina mueren, lo que lleva a los cambios cognitivos y físicos asociados con la enfermedad de Parkinson. Se recomienda de manera específica el consumo de bayas como los arándanos, moras, cerezas y frambuesas, manzanas y peras.