En la última jugada del primer tiempo, y con 46-31 para los Mavs, Luka Doncic intentó una penetración a canasta. El tiro se produjo sobre la bocina y no entró. Pero el esloveno se quejó de una falta que en la repetición se aprecia de forma clara.
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El esloveno pidió la falta y su cabreo con los árbitros fue creciendo. Sus compañeros trataron de pararle y al final se ganó una técnica. Doncic, ya más tranquilo, acabó pagando su frustración con un videomarcador al que pateó. Los daños fueron visibles cuando una par de operarios se dedicaron a tratar de recomponerlo durante el tiempo de descanso.