Con una alta popularidad y un discurso divisionista el presidente Andrés Manuel López Obrador celebra el miércoles la mitad de su mandato, que se ha visto afectado por un desempeño poco favorable de la economía mexicana y el recrudecimiento de la violencia .
Sur Florida / apnews
Acostumbrado a ir contra la corriente López Obrador convocó a un acto masivo en el centro de la capital mexicana para festejar el tercer aniversario de su gobierno en momentos en que en algunos países han endurecido los controles por la aparición de la nueva variante del coronavirus conocida como ómicron. En 2019 realizó un acto similar pero el año pasado las celebraciones se vieron empañadas por la pandemia que ha dejado hasta la fecha más de 294.000 fallecidos en el país.
“Ya ha pasado mucho tiempo y tenemos que congregarnos en el Zócalo democrático”, afirmó el gobernante, de 68 años, al llamar a su seguidores a acompañarlo en el discurso que ofrecerá en la céntrica plaza que fue por muchos años escenario de las luchas que emprendió desde la acera de la oposición hasta el 1 de diciembre de 2018, cuando llegó a la presidencia levantando las banderas del cambio y el combate a la corrupción.
La economía ha mostrado una lenta recuperación tras la caída de 8,5% que sufrió en 2020 a consecuencia de la pandemia, la pobreza ha aumentado, la inflación se aceleró y se ha agravado la violencia, que ha llevado las cifras de homicidios hasta octubre a 28.101.
Sin embargo, aunque el gobernante se mueve en un escenario adverso y mantiene un discurso de confrontación abierta con sus críticos, ha logrado mantener un respaldo popular superior al 60% que se concentra entre los mayoritarios sectores pobres.
El profesor del Tecnológico de Monterrey, Patricio Morelos, atribuyó ese éxito al hecho de que López Obrador “controla la agenda pública, controla la agenda de opinión y eso le ha permitido durante tres años decirnos todas las mañanas cuál es la realidad de México”.
Si bien muchos de los 55,7 millones de personas que viven en la pobreza en México se sienten identificados con López Obrador, Ana Laura López, una barrendera de 37 años, admitió no sentirse afín al gobernante e indicó que “no tengo nada que celebrar hoy porque desde hace tres años vivo peor ”.
Desde un antiguo sedan azul estacionado en una calle de la popular Colonia Obrera, donde vive debido a que su ingreso semanal equivalente a unos 73 dólares no le alcanza para pagar la renta de una habitación, López relató que sus dificultades comenzaron en el 2019 cuando fue despedida de una empresa donde estampaba camisetas.
La situación se agravó en la pandemia cuando no encontró un nuevo empleo y tuvo que dedicarse a vender juguetes y otros objetos usados por Facebook para conseguir algo de dinero para adquirir alimentos y productos de aseo personal. Luego de que el hotel donde dormía fue clausurado por la cuarentena, López debió pedirle ayuda a un amigo que le prestó su carro para pernoctar y guardar sus escasas pertenencias.
Entre 2018 y 2020 la población en situación de pobreza en México aumentó en 3,8 millones de personas de acuerdo con cifras del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
El incremento estuvo asociado a la caída de la actividad económica que se dio con mayor profundidad en 2020, lo que incidió en el aumento del desempleo, afirmó Gabriela Siller, dirección de análisis económico del grupo financiero local Banco Base. Agregó que la situación se agravó debido a que fueron insuficientes las transferencias hacia los sectores más vulnerables.
En estos últimos años a Francisco Velasco, un barbero de 55 años, tampoco le ha ido bien. En medio de la pandemia fue despedido de la barbería donde trabajó por 23 años y quedó en la calle con unos escasos ahorros para mantener a su esposa ya sus tres hijos adolescentes.
Luego de varios meses de búsqueda infructuosa de empleo Velasco decidió alquilar un inicio de año un espacio en una humilde vivienda de la Colonia Obrera para instalar una pequeña barbería donde trabaja más de ocho horas al día de lunes a sábado para tratar de cubrir los gastos que , dijo, “han subido mucho a pesar de que el presidente prometió que bajarían”.
En la primera quincena de noviembre la inflación registró una aceleración que llevó la variación anual a 7,05%, el mayor registro en 20 años.
En medio del contexto inflacionario, que golpea a los más pobres, el sector empresarial y el gobierno anunciaron el miércoles que a partir del próximo año se aplicará un incremento de 22% en el salario mínimo queá a ser de 172,87 pesos diarios ( unos 9 dólares), mientras que en la Zona Libre de la Frontera Norte será de 260,34 pesos diarios (13 dólares).
Pese a los difíciles tiempos Velasco se mostró esperanzado y afirmó que confía que en los tres años de gobierno que le restan a López Obrador “las cosas van a mejorar”. “Un presidente en tres años no puede hacer nada. Es que la planeación de todo es difícil, requiere de más tiempo ”, agregó.
Al referirse a las perspectivas de los próximos tres años, Morelos expresó que el gobernante cuenta con una importante base de apoyo que le puede asegurar al partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) que seguirá ganando en las elecciones de los próximos años.
El académico Morelos admitió que el gobernante enfrenta riesgos en asuntos clave como el creciente involucramiento del ejército en diferentes áreas públicas, proyectos de construcción y actividades de seguridad ciudadana y agregó que debería tener entre sus retos bajar la polarización y buscar el diálogo con todos los sectores para algunas iniciativas legislativas y no tener que recurrir como lo hizo recientemente a un decreto para declarar sus obras de interés público y seguridad nacional.
“No se puede hacer gobierno enemistándose con una parte importante de la población que son los medios de comunicación, que son el empresariado, que son las cámaras empresariales, que son organismos… ”, Sostuvo el analista.