Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) apelaron la orden de un juez federal que flexibilizó las regulaciones por el COVID-19 en los cruceros y permitió que esa industria reiniciara sus labores en la Florida, después de 15 meses de parálisis debido a la pandemia.
Sur Florida / diariolasamericas
La demanda había sido presentada por el gobernador floridano, Ron DeSantis, y fue fallada a favor del titular de Tallahassee por el juez Stephen Merryday, del tribunal federal del Distrito Medio de Florida, con sede en Tampa, que dictaminó que las normas de los CDC se apliquen en calidad de “recomendaciones” o “guías”.
En su solicitud ante el Tribunal de Apelaciones del 11° Circuito, los CDC pidieron que se revoque la orden del juez Merryday bajo el argumento de que la operación de los cruceros sin regulaciones podría conducir a un aumento de COVID-19 en los Estados Unidos.
“La orden de este Tribunal crea un riesgo sustancial de que los cruceros exacerben la introducción y propagación del virus en los Estados Unidos”, escribieron los CDC en su apelación.
Según la orden judicial emitida el pasado 18 de junio, las regulaciones de los CDC ya no estarían en vigor a partir del 18 de julio.
El juez también argumentó que los CDC no proporcionaron suficiente justificación para su “orden de navegación condicional”, que dicta cómo los cruceros pueden reanudar sus operaciones en los Estados Unidos.
Los abogados del Departamento de Justicia, que actúan en representación de los CDC, solicitaron la suspensión de la orden judicial mientras avanza la apelación.
“La orden de salida condicional es una herramienta importante para garantizar que las operaciones de cruceros no exacerben la propagación de variantes peligrosas (COVID-19) durante este punto de inflexión en la pandemia”, se lee en la moción de suspensión del fallo preliminar.
De acuerdo con la apelación, las normas de los CDC no cierran “la industria de cruceros, sino que proporcionan un marco sensible y flexible para la reapertura, basado en la mejor evidencia científica disponible”.
También remarca que “los cruceros se encuentran en una situación única para propagar COVID-19, debido en parte a que los pasajeros y la tripulación están cerca de ellos durante períodos prolongados y escalas en puertos extranjeros que corren el riesgo de introducir nuevas variantes de COVID-19 en los Estados Unidos”.
El juez Merryday dio a los CDC un plazo que venció el 2 de julio anterior para presentar al tribunal una propuesta de regulaciones menos estrictas, con el fin de “salvaguardar la salud pública”.
El fallo supuso una victoria para el gobernador Desantis, quien en su primera reacción frente a la decisión judicial dijo que “los CDC se han equivocado todo el tiempo y lo sabían”.
Según el republicano DeSantis, “los CDC y la Administración Biden idearon un plan para hundir la industria de los cruceros, escondiéndose detrás de retrasos burocráticos y demandas”.