Los líderes de la Unión Europea se reunirán el viernes en la sala más grande que podían encontrar en una de las sedes del bloque, para poder mantener la distancia de seguridad en plena pandemia del coronavirus. Pero esa no será la única distancia entre ellos, también están muy alejados en el objeto de la cumbre: los planes para un presupuesto comunitario y un fondo de recuperación sin precedentes, de 1,85 billones de euros (2,1 billones de euros).
Sur Florida/AP
El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lideró las negociaciones previas tras llegar a Bruselas el jueves, y empleó las horas previas a la reunión para verse con el primer ministro de Holanda, Mark Rutte, un conservador que está considerado uno de los mayores obstáculos para alcanzar un acuerdo en la cumbre de dos días.
La cumbre podría alargarse más, si fuese necesario, para solventar las diferencias entre los líderes.
“Queremos un resultado y seguiremos trabajando hasta que obtengamos ese resultado” si fuese necesario hasta el domingo, señaló el primer ministro de Letonia, Arturs Karins, a su llegada.
El desafío que enfrentan las 27 naciones de la Unión Europea es enorme. El bloque atraviesa la peor recesión en su historia y los estados miembro están peleando por quien debería hacer la mayor contribución a las ayudas y qué naciones deberían recibir las mayores ayudas para reactivar sus maltrechas economías.
“La crisis provocada por esta pandemia, con todas sus consecuencias económicas y sociales, es la más severa que hemos tenido que enfrentar desde la Segunda Guerra Mundial”, dijo el presidente del Consejo Europeo y anfitrión de la cumbre, Charles Michel, el jueves en la noche.
La urgencia es tal que los líderes han puesto fin a una serie de cumbres por videoconferencia, obligadas por el coronavirus, y se reunirán en persona por primera vez desde antes de que la pandemia comenzase su devastador avance por el mundo.
El lugar donde se celebran habitualmente las cumbres, una sala íntima en el edificio Europa, fue considerado como poco seguro y en su lugar, los líderes fueron trasladados a la sala EBS-5, cuyos 850 metros cuadrados (9.150 pies cuadrados) suelen albergar a 330 personas.