¿Tarjeta de crédito o tarjeta de débito? ¿Cuándo es el mejor momento para ocupar una y otra? Para empezar, aunque ambas se parecen, hay diferencias sustanciales entre una y otra, como el hecho de que con una manejas dinero prestado y con la otra el tuyo propio, por lo que requieres de abrir una cuenta bancaria o en una cooperativa de crédito para obtenerla. Pero más allá de las compras, hay 4 situaciones en las que es mucho mejor utilizar tu plástico de débito que la de crédito.
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En otras ocasiones, hemos hablado mucho de la conveniencia de tener una tarjeta de crédito y por qué deberías realizar tus compras con ella, en vez de hacerlas con débito o incluso con efectivo. Una de las principales razones es porque puedes construir tu historial de crédito para aumentar tu puntaje de crédito, mismo que te permitirá acceder a otros productos financieros como préstamos personales e hipotecarios. Estas ventajas no las tendrías con una tarjeta de débito.
También te hemos explicado cómo y cuándo es posible que uses una tarjeta de débito como crédito, aunque te repetimos jamás quedará registro de su uso en ninguna agencia de crédito de Estados Unidos. Eso no significa que no tenga sus propias ventajas, por lo que te explicamos las 4 situaciones en las siempre será mejor utilizar tu débito en lugar de tu tarjeta de crédito.
1. Para tener efectivo
Tanto con una tarjeta de débito como con una tarjeta de crédito puedes retirar dinero en los cajeros automáticos; pero cuando optas por tu crédito se considera como un adelanto de efectivo y te cobrarán intereses de inmediato sobre la transacción. De hecho, más que con las compras, retirar efectivo puede resultar más costoso.
En cambio, con tu tarjeta de débito el dinero que retires es tuyo, porque pertenece a tu cuenta bancaria. Además, la transacción es gratuita cuando lo obtienes de cajeros automáticos del banco o cooperativa de crédito a la que perteneces. Si sacas efectivo de un cajero automático fuera de la red, se te cobrará una tarifa que aun así es más barata que si hubieras utilizado tu plástico de crédito.
2. Evitar tarifas comerciales
Algunas pequeñas empresas, minoristas en línea y restaurantes impondrán un recargo cuando uses tu tarjeta de crédito para realizar una compra, excluyendo a las tarjetas de débito de dichos cargos.
Por mucho que tengas una tarjeta de crédito con un reembolso en efectivo del 1% o del 2%, las tarifas que te pueden cobrar pueden ser del 3%, por lo que no es hasta absurdo pagar con ella.
3. Administras mejor tus gastos
Cuando no tienes un pleno control del uso de tu crédito, no llevas a cabo un presupuesto o te cuesta trabajo seguirlo, entonces debes optar por hacer tus compras con la tarjeta de débito, ya que evitarás gastar de más.
Y manejar un buen presupuesto no quiere decir sólo pagar el mínimo de tus tarjetas de crédito. Por el contrario, eso significa que no estás sabiendo llevar a buen puerto tus finanzas, porque correrás el riesgo de endeudarte por mucho tiempo. Claro, hay tarjetas de crédito que te dan beneficios de seguridad y recompensas, pero sólo podrás aprovecharlas si pagas tus facturas a tiempo, sino tendrás más intereses que beneficios.
4. Tu tarjeta de débito es de recompensas
La gran mayoría de las cuentas bancarias que te dan una tarjeta de débito no suelen darte recompensas, no obstante existen rescatables excepciones. Por ejemplo, la cuenta de débito Discover Cashback ofrece a los titulares de la tarjeta un 1% de reembolso en efectivo en hasta $3,000 dólares en compras mensuales con su tarjeta y The Cash Card, la tarjeta de débito de la aplicación Cash, ofrece “aumentos” de devolución de efectivo hasta un 15% en ciertos minoristas.
