Siempre hay incentivos para que los músicos vendan muchos discos, pero había un nuevo nivel de motivación para que Willie Nelson lo hiciera en 1992.
SurFlorida / Local 10
Dos años antes, el Servicio de Impuestos Internos incautó los activos de Nelson después de afirmar que debía 16 millones de dólares, como resultado de que Nelson y sus contables pasaron años sin pagar impuestos.
Así que el IRS llegó a un acuerdo con Nelson y le permitió grabar un álbum con el propósito específico de pagar su deuda.
Nelson luego grabó el álbum, “The IRS Tapes: Who’ll Buy My Memories”, una compilación de sus éxitos pasados.
El álbum solo contó con Nelson y su guitarra.
El arreglo original del IRS era que Nelson vendiera cuatro millones de copias del álbum para pagar su deuda, pero solo se recaudaron un total de 3,6 millones de dólares del álbum.
En última instancia, Nelson pagó los 9 millones de dólares restantes que debía y su deuda quedó satisfecha.
“Mentalmente, fue una brisa”, dijo Nelson a Rolling Stone en 1995. “No me molestaron, no salieron y confiscaron nada más que ese primer día, y no se mostraron en cada concierto y exigieron dinero. Se lo aprecié. Y nos unimos y sacamos un disco”.
