22 de noviembre de 2024 7:01 AM

La miel como endulzante para diabéticos: por qué sería mejor no incorporarla en la dieta

No es ningún secreto decir que los casos de diabetes van en incremento, con base en ello han salido a la luz numerosas recomendaciones dietéticas y una de las más recurrentes ha sido el consumo de endulzantes. Con base De hecho, probablemente la sugerencia más común para los diabéticos es la miel, en comparación con otros endulcorantes y en gran parte sus bondades se deben a que se trata de un producto natural denso en nutrientes. Si bien, es innegable decir que la miel se asocia con grandes beneficios para la salud: sigue siendo una fuente de azúcar simple y carbohidratos. Es bien sabido que uno de los aspectos fundamentales en un buen manejo de la diabetes, se basa en un buen conteo de los carbohidratos a lo largo del día (sobre todo en los casos que se usan medicamentos como la insulina). Teniendo esta información en cuenta, nos dimos a la tarea de recopilar la información básica sobre el consumo de miel en la dieta diabética. 

SurFlorida / Diario de NY

¿Cuál es la diferencia de la miel con otros endulcorantes? Durante décadas se ha creído que la miel es diferente a otros endulcorantes, sin embargo es uno más en la lista. De modo general para mayor contexto, podemos decir que a los endulcorantes también se les llama “azúcar agregada” en las etiquetas de los alimentos y la razón principal es que no son parte natural de otros alimentos. Y es por ello que se suelen “agregar” en ciertos productos con el principal objetivo de endulzarlos. En el caso de la miel, se trata de un producto natural que es una fuente de carbohidratos y estos provienen principalmente de la glucosa y la fructosa, que son azúcares simples. Para mayor contexto, una cucharada de miel aporta: 

– 64 calorías

– 17 gramos de azúcar

– 17 gramos de carbohidratos

– 0.06 gramos de proteína

– 0,04 gramos de fibra

El principal beneficio es que la miel ofrece nutrientes importantes, en específico vitaminas y minerales como potasio, calcio, zinc y vitamina C y antioxidantes. Sin embargo, sus proporciones no son tan sobresalientes. Probablemente su principal diferencia con el azúcar blanco o de “mesa” es que este último no tiene vitaminas ni minerales. Otro aspecto positivo entorno a la comparación, es que la miel es un alimento de índice glucémico (IG) más bajo que el azúcar. 

Es bien sabido que el índice glucémico de los alimentos es un concepto fundamental para los diabéticos, ya que mide la rapidez con la que un carbohidrato eleva los niveles de azúcar en sangre. La miel tiene una puntuación de GI de 58 y el azúcar tiene un valor de GI de 60. Eso significa que la miel (como todos los carbohidratos) eleva el azúcar en la sangre rápidamente, pero no tan rápido como el azúcar. Lo cierto es que no es una gran diferencia y no hay que confiarse. 

Por lo tanto, es muy probable que no exista un beneficio al cambiar el azúcar por la miel cuando se tiene diabetes, la realidad es que afectan el azúcar en sangre de manera similar. Al elegir miel, es importante que sea lo más natural posible, sin procesar y siempre será indispensable tener claras las cantidades que estamos consumiendo. Además, los productos elaborados con miel pueden contener muchos más carbohidratos de lo que creemos y esto puede afectar negativamente el nivel de azúcar en sangre y la resistencia a la insulina. 

¿Los diabéticos pueden consumir miel? 

Durante años, los expertos han recomendado que los diabéticos eviten todos los alimentos con azúcar agregada. Actualmente las cosas han cambiado y algunos recomiendan su consumo en pequeñas cantidades como parte de una dieta saludable. En los casos que se consuma insulina, es muy importante contar la cantidad de carbohidratos (incluida la miel) que se consumen por día. Es un detalle básico para determinar la dosis correcta de insulina que se debe consumir. Por lo tanto para evitar los picos de glucosa en la sangre, es muy importante mantenerse al tanto de la cantidad de carbohidratos y fibra que se ingieren por día. 

Probablemente la pregunta del millón siga siendo ¿La miel es buena para la diabetes? La realidad es que existen opiniones encontradas. Dentro de los aspectos positivos, se cuenta con diversas referencias científicas en las cuales se avalan las propiedades antiinflamatorias y antioxidantes de la miel. Estos aspectos son importantes para las personas con diabetes, que a menudo suelen tener niveles más altos de inflamación en el cuerpo ¿Lo malo? La naturaleza pone a nuestro alcance numerosas opciones de vibrantes y saludables alimentos repletos de antioxidantes, que no aumentan el nivel de azúcar en sangre. 

Complementario a ello y de manera más concreta, se sabe que gran parte de la investigación sobre la diabetes y la miel se ha realizado en animales de laboratorio y existen menos referencias sobre los estudios con personas. Tal es el caso de un estudio realizado por investigadores turcos, el cual encontró que las personas con diabetes tipo 2 que consumieron de 5 a 25 gramos de miel al día durante 4 meses redujeron su hemoglobina A1c (HbA1c), que es una medida del control del azúcar en sangre durante los últimos meses. Sin embargo, aquellos que consumían más miel cada día vieron aumentar su nivel de A1c. Mientras que otras referencias, encontraron que comer miel a diario aumentaba los niveles de A1c. Ese estudio incluyó a 48 personas con diabetes tipo 2, la mitad de las cuales recibió una dosis de miel durante 8 semanas.

Lo cierto es que los resultados son mixtos y las muestras han sido pequeñas, lo cual nos deja en claro que aún queda mucho trabajo de investigación por hacer. Si bien la miel es un alimento natural complejo y muy denso en nutrientes, sigue siendo una fuente de azúcares simples y los diabéticos deben tener especial cautela con su consumo.

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