23 de noviembre de 2024 2:50 AM

La maldición de ganar la lotería es lo peor que te puede pasar

Vas a una tienda cercana, te sobran unos cuantos dólares y compras un billete de lotería. Llega el día del sorteo, ves cada número registrado en tu boleta con una emoción que va en aumento por cada dígito que coinciden. ¡Has ganado la lotería! ¡Qué emoción! No queremos romperte las ilusiones, pero haber ganado millones de un tirón puede ser lo peor que te puede pasar si no aprendes del caso de antiguos ganadores que lo han perdido todo, y no sólo hablamos de dinero.

Sur Florida / solodinero

La probabilidad de ganar el premio mayor en Powerball o Mega Millions es de 292.2 millones a uno y 302.5 millones a uno, respectivamente. Es más probable que te caiga un rayo (1.2 millones a uno), te ataque un tiburón (3.75 millones a uno), padezcas de un accidente aéreo (11 millones a uno) o incluso te muerda una serpiente (50 millones a uno) a que te ganes la lotería en Estados Unidos. Pero aún así existen los afortunados.

¿Qué pasa si te decimos que estos afortunados no lo terminan siendo cuando ves sus historias de vida? ¿Imposible de creer? Cualquiera pensaría que todos los nuevos millonarios vivirían felices por el resto de sus vidas, sin preocupaciones: esto no es así. Si bien no es un absoluto, muchos de los ganadores terminan perdiendo, no sólo el dinero que ganaron, sino la cordura y hasta su propia vida.

Según el Fondo Nacional para la Educación Financiera en España, el 70% de los ganadores de un gran premio de lotería se lo gasta todo en sólo cinco años. Esto sucede porque el ganador se desequilibra, toma decisiones irracionales e impulsivas al sentirse poderoso con su dinero y gasta y gasta sin cesar, pensando erróneamente que el dinero obtenido sin ningún tipo de esfuerzo va a durar siempre.

Las siguientes historias confirman que ganar la lotería podría ser más una maldición que una bendición.

Gastar, gastar, gastar hasta enloquecer

En 1961 la inglesa Vivian Nicholson ganó la lotería londinense. “Voy a gastar, a gastar” se prometió, y así lo hizo. Enviudó, se casó cinco veces, se embriagó, padeció un derrame cerebral, intentó suicidarse, hasta que la enclaustraron en una institución mental. Su hermano capitalizó la breve historia de Vivian para escribir una obra de teatro titulada Gastar, gastar, gastar.

Entre múltiples asaltos y muerte

En 2002, Jack Whittaker ganó el sorteo de Powerball de 315 millones de dólares que, menos impuestos, le dejó la friolera de $113 millones de dólares. Quien otrora fuera dueño de una ferretería, decidió invitar a todas sus amistades a un club de bailes exóticos. La cuenta de $50,000 dólares no pasó desapercibida por muchos.

En agosto de 2003, menos de un año después de haber ganado la lotería, Whittaker sería asaltado mientras estacionaba su coche en otro club de desnudos, el cual visitaba con frecuencia y en el que siempre cargaba un maletín lleno de dinero. Los ladrones se quedarían con $545,000 dólares en efectivo.

Si esto no fuera suficiente, el millonario no aprendió la lección y en 2004 fue asaltado nuevamente por esa exótica costumbre que tenía de asistir a los clubes nocturnos.

En ese mismo año, el novio de la nieta de Jack, el joven Jesse Tribble, fue hallado muerto por sobredosis. Tiempo después sería su propia nieta de 17 años quien también sería encontrada muerta por exceso de drogas que compró con dinero del premio de la lotería.

Tan sólo cuatro años le duró perder los $113 millones de dólares, además de todo el patrimonio que poseía antes del premio. En 2009 siguió la maldición: en julio, su hija de 42 años murió, en diciembre su casa se incendió, se volvió en un alcohólico y después se divorció. En alguna oportunidad, Jack aseguró que “desearía haber roto el boleto de lotería… No me gusta la persona en la que me convertí”, relató a ABC.

Atracción de problemas

La historia de Callie Rogers es un gran ejemplo de todo lo que puede pasar cuando se gana una fuerte cantidad de dinero y no se tiene la mayor mesura en su estilo de vida.

En 2003, Rogers se convirtió en la persona más joven en ganar la lotería de Gran Bretaña. Con tan sólo 16 años, recibió $1.8 millones de libras esterlinas (alrededor de $2.48 millones de dólares).

También ayudó a familiares y amigos, aunque esa forma de derrochar el dinero fue el imán perfecto para personas malintencionadas.

En 2018, Rogers fue atacada físicamente por un par de mujeres para robarle una fuerte cantidad de dinero, tras haber asistido juntas a una fiesta. La joven apareció inconsciente, bañada en su propia sangre, con fracturas en sus costillas, una conmoción cerebral y lesiones que afectaron su visión.

En ese tiempo, mantuvo una relación amorosa que la dejó con dos hijos. Tras cinco años, hubo una ruptura que la llevó a una profunda depresión que casi culmina en suicidio. Este hecho provocó que un juez le quitara la custodia de sus hijos.

Los excesos y la falta de sensatez fueron el común denominador de estas historias.

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