Diez días después de que el FBI desbaratara los planes de una docena de miembros de milicias de ultraderecha para secuestrar y matar a la gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, el presidente Donald Trump ha vuelto a animar a la ciudadanía a levantarse contra la demócrata y a encajar con una sonrisa la respuesta de sus simpatizantes a su arenga.
Sur Florida/La Vanguardia
“¡Que la encierren!”, coreó la multitud el sábado por la noche en un mitin en Muskegon, dedicándole los mismos cantos (Lock her up! ) que hace cuatro años dirigían a Hillary Clinton. “Tenéis que conseguir que vuestra gobernadora reabra el estado, ¿vale?”, les había dicho el presidente, que esta primavera publicó varios tuits en los que anima a los americanos a “liberar” Michigan y otros estados.
“Biden y los demócratas quieren mantener a Michigan encerrado y cerrado a los negocios, está haciendo tanto daño a vuestro estado”, insistió Trump, que dejó de hablar para permitir que se oyeran los cantos del público. “Y dicen que la amenazaron, y me culpa a mí (…). Lo que tiene que hacer el FBI es investigar a los antifascistas”, insistió el republicano. En realidad, Michigan levantó hace meses la orden de confinamiento, el supuesto motivo del levantamiento de las milicias, pero actualmente pasa por uno de los peores momentos de la pandemia y Whitmer se enfrenta a una dura oposición en el parlamento estatal, en manos republicanas, a sus intentos de decretar nuevas medidas para ralentizar la propagación del virus en el estado.
La gobernadora reaccionó de inmediato a las arengas de Trump. “Esta es exactamente la retórica que me ha puesto a mí, a mi familia y las vidas de otros funcionarios del Gobierno en riesgo, mientras intentamos salvar las vidas de los estadounidenses. Esto tiene que parar” estalló la demócrata en un tuit. La semana pasada, un total de 13 individuos fueron acusados formalmente de conspirar para cometer el secuestro de Whitmer y otros funcionarios, acciones por las que se arriesgan a ser castigados con cadena perpetua. La prensa ha publicado documentos y vídeos que muestran cómo se entrenaban para activar su plan antes de las elecciones.
“Es increíblemente inquietante que el presidente de EE.UU., diez días después de conocerse un plan para secuestrarme, someterme a un juicio y ejecutarme vuelva de nuevo a la carga e incite de esta manera al terrorismo doméstico”, denunció la gobernadora en una entrevista en la cadena NBC.
Trump “debe darse cuenta de que las palabras del presidente de EE.UU. tienen un peso enorme. Hay gente que le escucha, que piensa que el presidente es alguien importante y debe hacerse lo que dice”, denunció Nancy Pelosi, presidenta de la cámara baja del Congreso. “El mejor antídoto contra este veneno es votar”, dijo.
Interrogados al respecto, varios miembros del equipo de Trump restaron hierro a las palabras del presidente. Se estaba “divirtiendo”, “no hizo nada para provocar amenazas contra esa mujer”, le defendió su nuera, Lara Trump.