Los Angeles Lakers volvieron a despedazar a los Houston Rockets por segundo partido consecutivo con una aplastante victoria (100-117) que les mantiene como el mejor equipo de la NBA en estos momentos y como el único que sigue invicto a domicilio.
Sur Florida/Marca
Los actuales campeones de la NBA continúan al frente de la Conferencia Oeste con nueve victorias y tres derrotas, y además han ganado los seis partidos que han disputado lejos del Staples Center de Los Ángeles.
La exhibición defensiva que los angelinos desplegaron el pasado domingo para desarmar a los Rockets (102-120) continuó hoy unida a un tremendo ciclón de los Lakers en ataque que dejó a los de Houston aturdidos desde el salto inicial y que les sirvió para dejar prácticamente resuelto el partido al descanso.
Marc Gasol logró cinco puntos (dos de seis en tiros), cuatro rebotes, cinco asistencias y dos tapones en 21 minutos.
La clase magistral de los Lakers en ataque la encabezó LeBron James, que consiguió 26 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, y que además regaló a los fans un triple espectacular sin mirar al aro.
También rindió a su mejor nivel Anthony Davis (19 puntos con 7 de 8 en tiros) dentro de unos Lakers que, poco a poco, van engrasando la maquinaria con grandes aportaciones de su banquillo (especialmente Montrezl Harrell y Kyle Kuzma) y que se acercan ya al nivel que les llevó a proclamarse campeones en la “burbuja” de Orlando.
Por parte de los Rockets, que ahora se quedan con un flojo balance de 3 victorias y 6 derrotas que les sitúa en los últimos puestos del Oeste, destacaron Christian Wood (18 puntos) y James Harden (16) en una nueva noche para el olvido (30 % en triples con 12 de 40).
El partido no tuvo mucha historia, ya que cinco puntos de Gasol y otros tantos de James dispararon a los Lakers desde el inicio (10-18 tras cinco minutos).
En defensa, Davis frustraba a Harden con dos tapones seguidos, mientras que en ataque, ya con la incansable segunda unidad sobre la pista (Alex Caruso, Talen Horton-Tucker, Kyle Kuzma, Markieff Morris y Montrezl Harrell), la diferencia no hacía más que crecer y crecer gracias a los contraataques de los Lakers hasta alcanzar un sonrojante 14-35 después del primer cuarto.
La hemorragia de los Rockets continuó en el segundo parcial sin remedio y los Lakers lograron su mayor anotación al descanso en lo que va de temporada (48-71).
Tras un tercer cuarto exactamente igual que los anteriores y en el que los angelinos llegaron a dominar por treinta puntos (65-95), tanto Rockets como Lakers se dejaron llevar en el tramo final del partido y reservaron a todas sus estrellas para encuentros con más enjundia.